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Los últimos rayos de sol caían sobre Tegucigalpa esa tarde en la que Gabriela Melara y Jack Bendeck unieron sus vidas en matrimonio. La ceremonia eclesiástica oficiada por el padre Federico Arzú se realizó en la iglesia San Francisco de Asís, donde se dejaron escuchar los solemnes cantos a cargo de la mezzosoprano, Diana Santos, acompañada por un conjunto de violines que interpretó la melodía Colgando en tus manos de Martha Sánchez justo en el momento del intercambio de anillos.

Al finalizar la ceremonia, los novios abandonaron el templo, iluminados por decenas de luces de bengala que sostenían sus invitados. La fiesta nupcial, organizada por Marcela Facussé -Melara, madre de la novia, se realizó en el Centro de Convenciones del hotel Plaza Juan Carlos, decorado con un estilo clásico y sobrio en el que destacaban decenas de velas flotantes, chandeliers y centros de mesa a base de hortensias y rosas blancas, elaborados por Leonte Rueda.

óscar Melara, hermano mayor de la novia ofreció el brindis en honor a los recién casados, seguido por las palabras del padre del novio, Otto Bendeck, quien dio a Gabriela la bienvenida a su familia. Momentos después, las luces se atenuaron, se iluminó la pista y la pareja bailó su primera canción como esposos, Mi bendición, de Juan Luis Guerra.

Los invitados disfrutaron de un variado menú de platillos árabes, peruanos y fiambres, así como también del exquisito dessert bar preparado por Charlotte Bendeck. La fiesta, animada por el dj Vic Bueso, se prolongó hasta la mañana siguiente, cuando Gabriela y Jack se despidieron para disfrutar su luna de miel en Egipto y Grecia.