Después de cuatro años de amor y complicidad, Orlando Cantarero llevó a su amada, Gypsy Galindo, a la idílica playa de Útila para hacerle la pregunta más importante de sus vidas: ¿te quieres casar conmigo? Llena de felicidad, ella aceptó y juntos dieron inicio a su cuento de hadas. La Iglesia San Francisco de Tegucigalpa fue testigo de su unión, donde bajo la bendición de Dios, se prometieron amor eterno. La magia continuó en Casa Blanca, Santa Lucía, donde celebraron su recepción rodeados del amor de sus seres queridos.