Tras la ceremonia religiosa, Adriana Rivera y Enrique Jaar se trasladaron junto a sus invitados al centro de convenciones del hotel Honduras Maya.
Donde un romántico jardín, fue recreado por la wedding planner Claudia Simón quien dispuso mesas imperiales y circulares, rodeadas por sillas Tifanny plateadas.
Procedentes de El Salvador, Nicaragua, Ecuador, Guatemala, México, Estados Unidos, La India, Colombia, República Dominicana, Costa Rica, España y Honduras disfrutaron de elegantes ambientes sociales.
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Tras el brindis presidido por el padre de la novia, Mario Rivera, los invitados disfrutaron de la música de la banda Proyecto Latino y los movidos ritmos de DJ Vic Buezo con efectos de luces, que levantaron a todos de sus cómodos asientos e iluminaron el espacio.
Islas de bocadillos a cargo de Cruzadi Catering & Eventos, fueron parte de los atractivos de la noche, en la que también se sirvieron especialidades de Sushi Bar y Gelateando.
En la madrugada, un alegre carnaval del artista Rossemberg Rivas de El Salvador estalló sobre el escenario con coloridos trajes, sombreros oversize, lentes, pistolas de burbujas, guitarras y teclados inflables, entre otros.
Los shots de Bartolo fueron otra de las atracciones de la noche que prolongaron la velada hasta que los primeros rayos de sol anunciaban el amanecer.
Enrique y Adriana fijarán su residencia en Tegucigalpa al regresar de la luna de miel que disfrutan por la isla Bora Bora, Hong Kong y Australia.
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