El cielo nublado en El Hatillo se despejó para dar paso a una hermosa caída de sol, testigo mudo de la romántica ceremoniacivil que protagonizaron en La Cumbre Alejandro Irías y Heizel Alvarado. La novia, vestida con un diseño de Miguel Chong, recorrió una alfombra de pétalos blancos del brazo de su padre Roberto Alvarado, quien la llevó hasta donde la esperaba el novio.
La fresca brisa, el aroma de los pinares que se mezclaba con el de los bouquets de rosas, lirios y hortensias, los chandeliers de velas y la música del Quinteto Opera conformaron el elegante escenario natural donde la abogada y notaria Luz Ernestina Mejía ofició la ceremonia en la que firmaron como testigos: Bernard Casanova y Claudia Zaldaña. Luego, el padre Roberto Paiz bendijo las alianzas, símbolo de unión, amor y fidelidad.
Los aplausos y abrazos no se hicieron esperar. Los padres de los novios; Mirna Castro, Romeo Irías y María Magdalena Leiva, junto a las damas de honor; Daniella Marie y Vivianne Alvarado, se desplazaron al salón principal donde se leía Alejandro & Heizel, I DO’S, We DID. Ahí, la madre de la novia realizó el brindis de honor.
La fiesta comenzó oficialmente al ritmo de la melodía Fly me to the moon, que marcó el comienzo de una noche de pura música y diversión, amenizada por DJ VIC y Los Bohemios. Luego, los invitados compartieron una exquisita cena servida en mesas imperiales vestidas con elegantes manteles de lino, delicados candelabros y flores. En ese intermedio, el novio aprovechó para cantar a Heizel una melodía de Ricardo Arjona.
