En un pequeño laboratorio de ideas, fermentos y sueños, Iliana Ochoa hornea más que pan: hornea oportunidades. Su emprendimiento, Bread Lab, no solo es la primera panadería artesanal de masa madre en Honduras, sino también una plataforma con propósito que busca transformar la industria panadera desde adentro, con mujeres al centro y la salud como bandera.
“Bread Lab surgió como un proyecto familiar, con un producto pensado en promover salud y bienestar, porque ese siempre ha sido un tema esencial en nuestra cultura familiar”, cuenta Iliana. Pero con el tiempo, esa misión se expandió. Descubrió que su negocio podía ser mucho más: “una plataforma para desarrollar mujeres y hombres con poco acceso a oportunidades, para formar a los nuevos profesionales de la industria panadera, y para rescatar la tradición del pan artesanal”.
Iliana cree en el poder del oficio, y también en el poder de la segunda oportunidad. “Promovemos el desarrollo económico de mujeres, al primar la contratación de quienes no han tenido acceso a oportunidades”, afirma. Y va más allá: sus procesos están diseñados para favorecer el bienestar de quienes consumen sus productos. “Vivimos en modo laboratorio para desarrollar siempre nuevos sabores y experiencias, transformando un producto común como lo es el pan en algo extraordinario”.
El camino, sin embargo, no ha sido fácil. “El gran error ha sido no desarrollar una correcta estructura interna a tiempo... eso nos hizo avanzar más lento de lo esperado”, reflexiona con honestidad. Pero también aprendió que no tiene que cargar con todo sola: “A veces como mujeres nos ponemos más responsabilidad de la necesaria, y hay comunidades de apoyo que realmente ayudan”.
Su mayor aprendizaje ha sido también su mayor motivación: el talento humano. “Ver el crecimiento de mis compañeros de equipo me motiva y me hace sentir exitosa”, dice. Aunque, admite, no siempre es fácil: “Me frustra lo difícil que es incorporar nuevo talento, a pesar de la necesidad de empleo que hay en nuestro país”.
Para ella, el éxito se construye con compromiso, resiliencia y una profunda capacidad de aprendizaje. “Si pudiera empezar de nuevo, creería más en mí misma, actuaría con más seguridad y velocidad. Así podría transformar más vidas en menos tiempo”.
