Cada mañana, Ginna Miller llega a su oficina cargada de energía, dispuesta a enfrentar la jornada con la mejor actitud y con una buena dosis de humor. Su agenda como Gerente de Mercadeo y Asuntos Públicos de Davivienda Honduras está llena y la cumple con disciplina y determinación.
Extrovertida y creativa, siempre tiene un proyecto en marcha. Cumplirlo demanda del uso de sus habilidades y talentos, que en su caso considera como los más importantes: “la visión estratégica que he aprendido construir, las relaciones interpersonales, y la comunicación asertiva”.

Una carrera de éxito
Aunque en su adolescencia soñaba con estudiar periodismo deportivo, al final se inclinó por el marketing, y vaya sí acertó. Se graduó de la carrera de mercadeo en la UNICAH y cursó un Máster en Dirección Empresarial en UNITEC. Su experiencia profesional comenzó a escribirla en agencias de publicidad y luego de diez años llegó a su nueva sede: la casita roja de Davivienda Honduras, donde ya casi cumple una década.
La seguridad que le brinda esa trayectoria le permite enfrentar cada desafío con entusiasmo, orgullosa de la institución que representa y del equipo que integra. Por eso, cada jornada es como una nueva aventura.
Las horas corren de prisa, la tarde comienza a caer y es tiempo de apagar la computadora y cambiar de rol, “mi momento favorito del día es sin duda cuando llego a casa. Al entrar digo en voz alta: ¡Bebééés! Y mis hijas bajan las gradas corriendo a abrazarme, eso hace que cualquier problema se vaya de mi mente y todo pase a ser relativo”, dice.

Las que pertenecemos a ese club imaginamos cuanto disfruta esos momentos cotidianos, tan íntimos y valiosos. Es la recompensa diaria.“De niña siempre soñé con ser una profesional y algún día convertirme en una mamá cariñosa y amorosa, también soñaba poder ayudara las demás personas de alguna manera. Por fortuna todos esos sueños se me han cumplido”, asegura Ginna, quien junto a su esposo Hugo Bautista y sus hijas Ximena y Valeria conforma una hermosa familia.
Buscando el balance
La alegría y las risas estallan en la casa donde la felicidad se conjuga con el esfuerzo común para mantener el equilibrio, “en esta década lo más difícil ha sido poder balancear mi tiempo como profesional y como madre, con mis hijas pequeñas ha sido un reto, pero siempre he tenido el apoyo de mi esposo, mi mamá, mi tía, mi familia y también de las niñeras que hemos tenido a lo largo del tiempo y cuyos cuidados han sido esenciales”.
Ginna reconoce que los superpoderes de la madre moderna y ejecutiva exitosa no son individuales, sino que demandan el apoyo de muchas personas, “para cumplir mis roles y organizar mi tiempo trato de ser efectiva en cada espacio que tengo, hacer lo que corresponde, evitar distracciones y enfocarme mucho en maximizar todo el tiempo que pueda. La ayuda de mi equipo de trabajo es clave para cumplir en el campo profesional y la ayuda de mi familia para cumplir en el ámbito personal...intentar hacerlo sola es imposible”.

She's a boss mom
Cuando la ves con sus niñas, notas fácilmente los rasgos que tienen en común: “mi hija mayor Ximena definitivamente tiene mi personalidad extrovertida y su forma de ser compasiva y empática con los demás, mientras mi hija menor, Valeria, tiene más gestos, ya que aún está pequeña”.
Lo que desea para ellas es fácil de imaginar: “que sean y hagan lo que quieran y sueñen. Que les importe poco lo que piensen los demás, y que siempre ayuden a los necesitados”.
Ginna, a quien siempre verás con una sonrisa amplia y espontánea, disfruta al máximo las facetas de su vida.Como madre, que comparte momentos únicos con sus niñas y como ejecutiva, ofreciendo opciones para impulsar a los demás a cumplir sus propósitos.
“Lo que más me gusta de mi trabajo es apoyar a la gente a lograr sus sueños en torno a las decisiones más importantes de su vida a través de los servicios del banco: una casa donde estarán sus familias y sus momentos más bellos; un carro con el que vivirán aventuras, los viajes... Así como proteger sus vidas y bienes con la compañía de seguros”.

La alegría de ayudar
Como todos, también enfrenta situaciones agobiantes, pero su manera de gestionar el estrés es con ejercicio, “sin duda, eso me ha ayudado, eso sí, soy de ir al gimnasio, en mi casa me ha costado hacer rutinas efectivas, me gusta el espacio fuera y enfocada sin distracciones”.
También le ayuda divertirse con sus compañeros de la oficina; salir con amigas de toda la vida y lo más importante: compartir con su esposo e hijas los fines de semana.
No puede negar que parte de su felicidad radica en el gesto sencillo y hermoso de practicar el bien, “lo que más me llena como ser humano es hacer bien a los demás y apoyar en lo que pueda a mi familia, amigas y desconocidos en la medida que pueda. Siempre me ha dado una satisfacción muy grande ayudar, aunque en algunas ocasiones no salga como yo espero...es algo que está en mi esencia como ser humano y como mujer”.