Seniors 2024
Es empresaria, emprendedora y se describe como una persona auténtica, responsable, comprometida y con muchas ganas de salir adelante en la vida. Julia Alejandra Colindres es artífice de la marca Giulia, una línea original y con mucho futuro que fundó en septiembre 2019. Desde entonces, ha creado piezas únicas con un concepto personalizado, donde ofrece diferentes opciones como layering y aesthetic.
Desde muy pequeña, su vida estuvo inclinada en la moda. “La idea surgió por interés al arte a la moda, siempre me gusto ser creativa y utilizar piezas que me hacen sentir bella”, afirma.
Sus creaciones son un reflejo inspirado del hermoso entorno en el que vive: Roatán, con sus aguas cristalinas y su exuberante naturaleza. Cada una de sus piezas es única, donde los colores, materiales y formas se combinan para crear una verdadera magia una vez que llegan a las manos de Julia.
No es sorpresa observar cómo los accesorios complementan con versatilidad una amplia gama de estilos, sin importar la ocasión ni la hora del día. “Trato de jugar con perlas, cadenas, colores y conchitas creando un concepto personalizado”.
Esta joven emprendedora originaria de Olancho ha dado pasos firmes en poco tiempo, logrando marcar la diferencia con su emprendimiento donde establece la diferencia con sus productos y servicios de excelente calidad.
A lo largo de su trayecto con la marca Giulia, Julia enfrentó numerosos desafíos que no hicieron su camino nada sencillo. “Emprender fue difícil, pero no imposible; tuve muchos obstáculos y retos que cada vez me hicieron más fuerte, permitiéndome exigirme más y seguir adelante hasta lograr la calidad que yo misma soñaba”.
A pesar de que la isla trae algunas limitaciones, sobre todo por la falta de la materia prima para diseñar las piezas, poco a poco ha encontrado opciones para tener la mejor calidad de producto: “mis clientes se merecen todo lo mejor y el nivel que quería alcanzar”.
Fue durante la pandemia cuando a Julia se le ocurrió la maravillosa idea de establecer una tienda móvil. “Desde la pandemia tenía la idea, porque vi un busito parqueado y se me ocurrió transformarlo y darle vida para ofrecer una tienda única de joyas en Honduras”.
Para la ganadora del segundo lugar en Girl Boss, quien antes de iniciar con su emprendimiento trabajaba en el kids club del hotel Mayan Princess, donde realizaba actividades con los niños de los huéspedes del hotel, formar parte de Girl Boss “fue una experiencia espectacular donde pude relacionarme y darme a conocer profesionalmente”.
“Me encanta esta iniciativa donde nos brinda la oportunidad de poder exponer nuestros productos y nos ayudan a impulsarnos y a darnos a conocer con muchas más personas”. Asimismo, llegar entre las diez finalistas “fue un gran logro en mi vida, de perseverancia y de mucho trabajo estoy muy feliz y agradecida”.
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Girl Boss fue posible gracias a BANPAÍS, City Mall, Mitsubishi, Supermercados Colonial, Cortitelas y Tienda O3.
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