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La boda de Atenas Hernández y Juan Merino

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Contagiados de felicidad, Juan Merino y Atenas Hernández comparten en exclusiva con ESTILO la historia de su romance y los momentos memorables de su boda vintage en el imponente Cristo del Picacho, una celebración para recordar.

22/feb 2013

Will you marry me?
El siguiente paso era predecible. Juan escuchaba las historias de cómo sus amigos en Honduras pedían matrimonio a sus novias y decidió hacerlo de esa manera, con un anillo que simbolizara esa promesa. Primero eligió la alianza online en Tiffany & Co. en Madrid y pidió a sus padres que lo recogieran para que lo llevaran en abril a New York, donde se reunirían y les presentaría a su novia.

Ella los conquistó, sin imaginar que detrás de su presencia había una razón muy importante. Cuando llegó el momento de la petición de mano fue simplemente mágico. Juan invitó a Atenas a cenar en un restaurante ubicado en el séptimo piso de un edificio frente a Central Park. Al saber que los padres de su no-vio no asistirían, ella se sintió extrañada, "Juan actuaba un poco raro y lo primero que me imaginé fue que no le había caído bien a su familia", confiesa.

Aunque le costó un poco disimular sus nervios, Juan invitó a Atenas a dar un tradicional paseo en carruaje tirado por caballos. Contrario a la ruta usual, el trayecto no era a lo largo del Central Park, sino por la calle rumbo al Waldorf Astoria. Maravillada por el impresionante recorrido, Atenas no paraba de comentar las magníficas vistas mientras su prometido esperaba el momento justo de proponerle matrimonio.

La cautivadora Quinta Avenida asomaba ante sus ojos cuando casualmente el carruaje se detuvo frente a Tiffany & Co. Qué mejor momento para que el español de 30 años pidiera la mano de su novia a la antigua usanza: de rodillas, con anillo y rodeado de un escenario de ensueño.

"Te amo y no me imagino pasar el resto de mi vida sin ti", le dijo a la vez que le preguntó si se casaría con él. "A thousand times yes", respondió ella sin titubear. La emoción de ese momento aún brilla en los ojos de Atenas, quien tampoco pudo ocultar su orgullo cuando alargó su mano para mostrarnos su anillo de compromiso. "Significa mucho para mí", nos dijo.

Luego de llamar a su madre y a su abuela para compartir la gran noticia y hacer oficial el compromiso, comenzó la cuenta regresiva. Fijaron como fecha de boda el 8 de diciembre. Justo ocho meses de preparativos para llegar al altar y cumplir su sueño de celebrar la vintage wedding que Atenas siempre soñó .

Atenas sabía que era el paso más importante de su vida y que casarse con Juan implicaría también seguirlo a cualquier lugar del mundo donde sea asigna-do para cumplir funciones diplomáticas. "Mi carrera me obliga a cambiar de país cada cuatro años.

Con la diplomacia uno puede vivir muchas vidas, cambian sus funciones, idioma, círculo de amigos, yo pensé que Atenas podía disfrutar eso", dice Juan. El sabe que así como se adquieren nuevas experiencias, también se hacen sacrificios, "recuerdo todos los lugares en los que he vivido con mucho cariño, especialmente Albania, un país que ha sufrido mucho, que merece el mejor futuro y donde dejé muy buenos amigos.

Ser diplomático es un trabajo vocacional, con muchas satisfacciones, pero que también requiere algunos sacrificios". Por su parte, Atenas, quien realizó estudios de cultura europea, relaciones públicas y comunicaciones en Francia y en Estados Unidos, asegura, "yo me adapto muy rápido y teniendo a Juan a mi lado será más fácil.Uno enamorado se va a donde quiera que sea y yo estoy enamorada de él, es un hombre maravilloso, interesante, lo admiro como persona y como profesional.Tiene un corazón enorme y es muy divertido, son muchas cosas las que me gustan de él", afirma.

La novia sonríe con ilusión y expresa, "ya casada solo espero que Dios me diga qué sigue en mi vida... no solo como esposa de un diplomático sino como la mujer independiente que soy. Es una aventura la que me viene! Y la quiero tomar con brazos abiertos!".

Los sentimientos de amor y admiración son mutuos. Y es que Juan no duda en decir que está completamente enamorado de ella, jamás pensé que en Honduras iba a encontrar a la mujer más maravillosa. Son tantas cosas las que me han enamorado de ella: ama a su país, es buena y justa. Y es que aunque tiene carácter fuerte y a veces es dura consigo misma, siempre que juzga lo hace con justicia".

ESPERA MUY PRONTO LA TERCERA PARTE DE LA HISTORIA DE ATENAS Y JUAN...

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