
Su carisma (y su talento nato como chef parrillero) rindió frutos. La popularidad y el sentido del humor de Martín Rodríguez creció como la espuma y miles disfrutan sus programas, en los que frente a una parrilla hace su propia magia. Esa fresca tarde nos encontramos en el restaurante Nau del hotel Real InterContinental en San Pedro Sula, donde conversamos mientras se preparaba para su esperada master class.
ESTILO: ¿Cómo pasas de la publicidad a la gastronomía?
MARTíN: Profesionalmente estudié diseño gráfico y fui incursionando en el mundo de la publicidad, que fue el que más me llamó la atención. Actualmente sigo desempeñándome y preparándome en ese ámbito, pero siempre he tenido gusto por la cocina. Me encanta la comida, creo que por eso tengo estos cachetitos. Y es así como nace Munchies Lab, que es un desahogo creativo con contenido audiovisual, poco a poco fue agarrando fuerza y ahora es un proyecto que camina solo.
ESTILO: ¿Cómo nació esa pasión por los asados?
MARTíN: Siempre me ha llamado la atención el fuego, yo era de esos niños que siempre traía un encendedor y por eso me regañaban. Alguna de las memorias vivas que tengo es con mi familia, específicamente con mi papá prendiendo carbón para hacer un asado. él hacía la montañita de carbón y me dejaba prender la lumbre, o sea encenderla con el cerillo. Era un momento lindo alrededor del fuego.

ESTILO: ¿Cómo aprendes y perfeccionas las técnicas grilling?
MARTíN: Nada está escrito en piedra, creo que todas las personas independientemente de su experiencia en la gastronomía siempre están aprendiendo, y yo como dice un dicho: "la necesidad es la madre del ingenio", pues es bueno estar viendo lo que hacen otras personas para aprender y tomar los consejos y sugerencias que las personas nos hacen al interactuar con ellos, esto no se acaba.
ESTILO: ¿Cómo nace Munchies Lab? ¿Cuál era tu idea inicial al crearlo?
MARTíN: Fíjate que estábamos a la orilla de un río con un amigo, llevamos una bolsa de carbón, carne y cerveza para hacer un asado, entonces yo le hice una apuesta de que en un minuto yo podía encender el carbón utilizando frituras de maíz y le dije grábame para que mires que puedo hacerlo. él lo graba y lo subimos a la red, y fue el primer video que se hizo viral. Y recuerdo que eso me llamó poderosamente la atención de cómo la comunicación con redes sociales se vuelve muy impactante. Y fue ahí donde saltó la espinita y platicamos de qué podíamos hacer este tipo de contenido para realizar experiencia de asado, y es como nace Munchies Lab. En lo que se refiere a la aceptación, pues ha sido excelente. Y el hecho que yo haya venido a Honduras es prueba de ello y por eso me siento muy agradecido. Y les digo que si alguien hace tres años me hubiera dicho que iba a venir a conocer una tierra tan linda como Honduras y que iba a venir a hacer asados, pues no lo hubiera creído.
ESTILO: ¿Qué diferencia a Munchies Lab de cualquier producción similar?
MARTíN: Creo que todos los que nos dedicamos a crear contenido sobre comida aportamos algo valioso a este nicho de la gastronomía y en especial de los asados. Yo intento que mi canal sea un ejemplo de que si yo puedo cocinar, mis seguidores también pueden lograrlo. Y que la gente se anime a encender su parrilla y que disfruten haciéndolo junto a sus familias.

No pretendo verme como un experto, sino como una persona que cada día aprende de todos.
ESTILO: ¿Tu mayor aprendizaje a lo largo de este tiempo?
MARTíN: Pues he aprendido mucho de los seguidores, muchas veces me regañan y mi mayor aprendizaje es tomar en cuenta la opinión de los demás y tomarlo desde un punto de vista respetuoso.
ESTILO: Cuéntanos, ¿cómo te preparas para tus programas?
MARTíN: (Se ríe a carcajadas). Les voy a decir la verdad, mi secreto es irme al supermercado con hambre y de ahí viene la inspiración.
ESTILO: ¿Cómo surge la oportunidad de venir a Honduras?
MARTíN: Me comentaba Elio Feliu, organizador del evento, que hicieron un estudio de mercado para saber qué canales y producciones de contenido visual gastronómico de parrilla son los que lideran el segmento. Y me sorprendió saber que a los hondureños les gusta mi contenido y me alegré mucho cuando recibí la llamada para invitarme a venir a compartir la experiencia de las técnicas. La gente es muy cálida y muy hermosa, y me siento muy bien.
ESTILO: ¿Qué sabes de la comida hondureña?
MARTíN: Me presumieron sobre las baleadas y la verdad es una cosa exquisita.

ESTILO: ¿Qué te ha gustado hasta ahora de nuestra cocina?
MARTíN: Un común denominador son los lácteos y he quedado impresionado con la calidad, las cremas, los quesos, lo que he probado me pareció extraordinario y de muy buena calidad.
ESTILO: ¿Tuviste la oportunidad de conocer algún destino turístico?
MARTíN: Sí, fuimos a las playas de Tela, probé la sopa de caracol, un pescado frito. Algo que me gusta de la gente de Honduras es que son propositivos. No creo en una receta como tal, yo creo que cada quien puede tomar un lineamiento y tomar iniciativa, y lo he observado durante la experiencia que he tenido con la gente, ellos toman su propio camino. Y eso me gusta. Me he sentido muy consentido por los anfitriones.