Ocho de la noche. Los invitados comenzaron a llegar al centenario Rancho Viejo, iluminado con decenas de velas y antiguos chandeliers, para celebrar un acontecimiento especial: los 25 años de matrimonio de Pamy y Nan Marinakys.
Fue un encuentro memorable, en el que la pareja reconfirmó el mismo amor, ilusión y compromiso que los unen desde entonces.
Rancho Viejo, escenario de inolvidables recuerdos familiares, acogió a decenas de amigos y familiares, que a su llegada
se reunieron en torno a una pantalla gigante con la leyenda 25 años, que fue el escenario principal de los mejores
momentos de esa noche.
Ahí, la historia se repitió. Como retrocediendo el tiempo, Pamy lucía el mismo traje que cuando se casó y sorprendió a Nan, vestida con un diseño de Gioconda Berlioz, cuando nuevamente le pidió que fuera su esposa. En un acto emotivo, el alcalde Ricardo álvarez traspasó el bastón de mando al abogado Luciano Durón, quien los unió en matrimonio la primera vez, y lo hizo una vez más de forma simbólica.