María Fernanda Ayala la empresaria detrás de la línea The Craftroom, una marca dedicada al mundo de los recién nacidos, productos únicos y personalizados que también son clásicos, tradicionales para otras madres que buscan productos especiales para sus hijos o como regalos.
Creatividad, determinación, adaptabilidad y pasión son las características principales que Fernanda acredita al éxito que ha alcanzado con The Craftroom. “Mi capacidad para idear y diseñar productos únicos y personalizados; la perseverancia...el no darme por vencida aun cuando tenemos dificultades y el enfoque claro en mis metas me han ayudado a superar barreras y seguir adelante” afirma.
Motivada para dedicarse mas tiempo a su familia y a sus hijos a tiempo completo, dejo a un lado su carrera de ingeniera Agrónoma y decide emprender en algo nuevo “me tocó aprender de una nueva ocupación, sin tener ninguna base y definitivamente el ser capaz de adaptarme al cambio y esmerarme ha sido clave para tener oportunidades muy buenas en el mercado.
Para esta creadora innata, cada día implica enfrentarse a muchos retos y esta dispuesta a apostar tanto en su creatividad, talento y trabajo. “ Mis productos son únicos y personalizados que no se encuentran en cualquier tienda y tienen un gusto refinado, elegante, clásico y funcionales como visualmente atractivos”.
Son muchas las lecciones que a través de su emprendimiento María Fernanda ha aprendido “son la importancia y la necesidad de tener un plan financiero detallado y realista. Es esencial ser flexible y estar dispuesto a adaptar las estrategias cuando surgen nuevos desafíos y también oportunidades” expresa.
“Tener resiliencia me ha ayudado con los planes y a seguir avanzando incluso en momentos difíciles. Mantener un equilibrio saludable es vital para evitar el estrés, la ansiedad y el cansancio extremo o frustración y poder disfrutar tanto de mi negocio como de mi vida familiar”.
¿Qué errores clave crees que cometiste en la etapa de planificación? ¿Cuáles fueron las principales lecciones aprendidas? ¿Cuáles fueron tus mejores y peores momentos?
El error más grande que cometí fue no tener un plan de negocios detallado desde el principio. Esto ha hecho que mas difícil prever y manejar los desafíos y obstáculos que van surgiendo, al no tener ese plan toca improvisar, tanto en la logística como en la producción.
Otro momento increíble fue durante la pandemia. A pesar de ser un tiempo de estrés y ansiedad para todo el mundo, y que era un tiempo de muchas perdidas, y tristezas alrededor...ver la respuesta de mis clientes, el crecimiento del negocio y que mis clientes me contaran de sus bebés por nacer me llenaba de ilusión y esperanza. Me contagiaban su alegría, y me permitía seguir trabajando y saber que estaba aportando algo positivo en un momento tan difícil fue una gran fuente de motivación y satisfacción.
Y definitivamente he tenido lágrimas, al momento de gestionar críticas o insatisfacción de algunos clientes, eso ha sido especialmente difícil, me desmorona y me cuesta mucho reponerme, porque todo lo hacemos con mucho esmero y amor...y aunque han sido muy pocas veces definitivamente me han dado la oportunidad de mejorar.
¿Qué harías de manera diferente si pudieras volver a empezar tu emprendimiento desde cero? Dedicaría más tiempo a la planificación inicial. Aseguraría tener un plan de negocios detallado y un plan financiero sólido desde el principio y me enfocaría en establecer procesos y sistemas organizados para la producción y la logística.
¿Puedes contarnos sobre un desafío que enfrentaste y cómo lo superaste? Uno de los mayores desafíos que enfrenté fue cuando mi proveedor principal...(y el mas grande de Honduras) que me suministraba telas que importaban exclusivamente para mi negocio, vendió todo el inventario de esa tela a mi competencia...y me dejó sin la tela que utilizaba para la mayoría de mis productos. Fue una situación frustrante y estresante, ya que esa tela era fundamental para la producción del 90% de los productos que ofrecemos.
Para superar este desafío, comencé a buscar otras opciones de tela y adapté nuestros diseños a los nuevos materiales disponibles. Esto incluyó actualizar patrones y modelos para ajustarlos a las nuevas telas. El proceso fue arduo, especialmente al trabajar con las operarias que estaban ya acostumbradas a el otro material, y estaban frustradas...y en contra de usar esos nuevos materiales para los nuevos diseños, y tocó acompañarlas, instruirlas, buscar nuevos métodos...hacer nuevos patrones...y buscar nuevas ideas que se pudieran adaptar a los cambios. A pesar de las dificultades, tomamos el reto como una oportunidad para innovar y expandir nuestro catálogo.
¿Cuál es el impacto de tu emprendimiento en la comunidad? He podido generar empleos para personas locales, contribuyendo al desarrollo económico de la región; el apoyo a productos locales porque utilizo de preferencia a proveedores locales, lo que fortalece la economía local y apoya a otros pequeños empresarios en la comunidad.
¿Qué consejo le darías a alguien que esté interesado en iniciar una empresa en la actualidad? Les diría que iniciar un emprendimiento siempre da miedo, y está bien...el miedo es una parte normal del proceso... pero que no dejen que eso los detenga. Empezar, aunque sea con miedo, pero comenzar. La valentía no es la ausencia de miedo, sino la decisión de avanzar a pesar de él. No dejes que el miedo te detenga; o la falta de capital, instrumentos, equipo o materiales...empieza hoy y aprende en el camino. Tu pasión, perseverancia y determinación te guiarán hacia el éxito Y que todo lo que se hace con amor...se nota!
¿Qué alternativas tienes en caso de que el negocio no prospere? ¿Tienes un plan B o una estrategia para rescatarlo?
Si el negocio llega a tener malos momentos...serán solo esos crisis temporales...malos momentos...para mi será crucial aplicar estrategias diferentes para restaurarlo! Pero dejarlo morir no está en mis planes.
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