El show, en el que Cara Delevingne hizo su regreso a las pasarelas, reunió a lo más top del fashion world con celebrities, cantantes, royals y jet setters. Desde Lily-Rose Depp, Alice Dellal y Pharrell Williams hasta Inés de la Fresange y el cantante de reggaetón J Balvin. Un grupo bastante ecléctico e inesperado, como suele ser Lagerfeld.
La colección ofrece nuevas versiones ultra femeninas de la chaqueta Chanel icónica, adornada con trenzas hechas de perlas o rosas de tweed, bordados florales y botones de plexiglás. Los hombros, que se abren como alas de mariposa terminan con bordados con cristales enjoyados.
Más que nunca, el traje expresa un nuevo sentido de la modernidad: su falda de corte recto alterna con los pantalones capri; su chaqueta se convierte en un spencer llevado con una túnica o un bolero sobre un vestido largo. Incluso viene como un esmoquin de doble pecho con pantalones de tweed ancho y corte de satén.
Abrigos amplios y cómodos con los paneles diagonales cuentan con grandes collares de calentamiento y maxi-puños en tweed, mientras que otros optan por el acolchado o floral y perlas bordadas. Capuchas de flujo corto en tweed, fieltro, denim bordado e incluso marabú frotan hombros con versiones acolchadas hacia abajo.
En resumen una colección bella, diáfana, que fue apreciada en todo su esplendor por un exclusivo grupo de invitados que se reencontró con toda la belleza y la magia que representa la emblemática firma de moda.