La más reciente colección de Jil Sander, diseñada por Raf Simons, es un tributo a la alta costura de los 50's, reinventada en un modo más moderno, con un espíritu avant-garde que siempre ha caracterizado y distinguido al diseñador Belga. En la pasarela, las modelos portaron vestidos que parecían batas y abrigos envolventes que hacían una clara personificación de las modelos Dior en los años cincuenta; pequeños vestidos con aplicaciones de cuero en el busto que hacen recordar a aquellos clásicos de Yves Saint Laurent; y, finalmente, Trench coats corolla con maxi-cinturones que se parecían a los bocetos de alta costura. Una colección que empieza con un tono dulce y lentamente gana textura y sedicción con vestidos strapless con cortes atrevidos, aplicaciones, telas drapeadas que forman figuras geométricas y otorgan balance, pureza y estilo para esta nueva colección tan elegante.