Giorgio Armani Privé persiguió la luz del día para vestir hoy su pasarela de Alta Costura otoño-invierno 2012-2013, mientras Gustavo Lins trabajó sus vestidos de seda como pañuelos y Julien Fournier cerró los bajos de faldas y vestidos con brillantes cremalleras de silicona, puramente decorativas.
Estas fueron hoy algunas de las propuestas mas lujosas del día en los podios de París, donde Alexandre Vauthier se centró en el blanco y el oro para crear sus vestidos 'Couture', a menudo con audaces escotes que llegaban hasta la cintura.
Las actrices italianas Claudia Cardinale y Sofía Loren fueron algunas de las celebridades que siguieron atentamente el suntuoso desfile de Armani Privé, cuyas modelos adornaron su rostro con velos bordados de pedrería, a veces ocultándolo casi por completo.
Todas las tonalidades de un único día, desde el amanecer a la noche oscura tiñeron sus modelos de contrastes entre azules, lilas y malvas muy claros, rojos, púrpuras y negros.
El terciopelo fue aquí una materia prima esencial para la próxima temporada invernal, junto con la seda, la organza, el gazar y las prendas y conjuntos enteramente bordados de pedrería.
También protagonista de futuro invierno Armani Privé fue el juego entre lo femenino y lo masculino, que produjo sorprendentes chalecos bordados, sobre elegantísimas y voluminosas faldas largas, y pantalones siempre anchos y fluidos.
Por la tarde, los trajes serán de lana y los bordados negros se combinarán con prendas azul eléctrico, fucsia u azul oscuro, mientras que la noche estará dominada por el negro, a veces con profundos escotes, por supuesto con abundancia de bordados.
El modisto brasileño Gustavo Lins trabajó con la manufactura de Sèvres para crear las joyas que acompañaron sus diseños, en las que reunió porcelana, metal, cuero y piel, según explicó a Efe.
Tul transparente, vestidos túnica asimétricos, negros o de colores muy claros, verdes y amarillos, cortos o largos, a veces con escote diagonal, otras portados bajo chaqueta dorada, construidos de seda o satén, ajustados al cuerpo o acompañándolo con holgura, fueron algunas de sus propuestas.
'La idea fue hacer vestidos como si fuesen pañuelos', explicó el artista, que presentó también algunos modelos de moda masculina, balón en mano, como un guiño al contrato que acaba de firmar con la firma de moda brasileña deportiva 'Penalty'.
Además de mucho verde, hubo dorado, negro, gris verdoso y blanco y negro, abundante negro en vestidos de espaldas descubiertas bajo historiadas transparencias y numerosos pantalones y un azul muy turquesa para un abrigo y una capa corta de visón.
El modisto de origen español Julien Fournié, propuso una colección en la que faldas de organza de seda enteramente cristalizada, terminaban con cremalleras de silicona de cierto brillo.
Con Fournié, de día y de cóctel, faldas y vestidos llegarán a la rodilla, de modo que 'cuando la mujer está de pie y no se mueve, no se ve', dijo a Efe este modisto que adora 'jugar con la idea de mostrar y ocultar', algo que encuentra siempre 'muy elegante'.
El mundo de los toros inspiró a este biznieto de españoles pantalones hasta los tobillos y toreras, a veces de colores muy eléctricos, absenta, esmeralda, fucsia, naranja, amarillo o limón, colores que junto con el 'nude' dominaron su paleta, a menudo mezclados en un mismo modelo con toques o prendas negros.
El brillo camuflado, un poco opaco, de sus creaciones vino de materias primas cristalizadas como la baquelita, de acuerdo con su inspiración en las super-heroínas de Cómics estadounidenses, dijo.
Con este joven talento y gran investigador de nuevas técnicas de costura y nuevos materiales, que ha trabajado con grandes modistos como Montana, Alexander McQueen y Jean Paul Gaultier, los vestidos de noche fueron futuristas, de neofreno, con algunos detalles de aspecto metálico, 'como una armadura a la 'Prometheus'', el nuevo filme de Ridley Scott.