Arrestos por conducir en estado de ebriedad, sobrepasar los límites de velocidad, mala actitud con el público, e incluso usar el teléfono conduciendo; son algunas de las infracciones más escandalosas cometidas por el cantante en los últimos años.
Debido a todo esto, el gobierno chino no cree que sea prudente que el intérprete visite su país. "No es adecuado que entren al país celebridades que hayan tenido comportamientos inadecuados", indicó la Oficina Municipal de Cultura de Pekín en un comunicado publicado esta semana.
Pero la furia de la dictadura china con Bieber no es nueva. En 2014, en una gira por Japón, el joven artista realizó una visita polémica en la que honró a los caídos durante la Segunda Guerra Mundial, muchos de ellos considerados criminales de guerra.
Ese gesto fue tomado como un insulto por varios países de la región. El cantante pidió disculpas, pero el daño ya había golpeado al régimen chino.
No es la primera vez que el país prohíbe la entrada de algún artista internacional. La misma mala suerte tuvieron Bob Dylan, Bon Jovi, Oasis o Guns N'Roses, que incluso han sufrido cancelaciones de conciertos a última hora.