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Continúan las celebraciones en Mónaco

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Los invitados reales se reúnen en la primera recepción mientras los novios disfrutan del concierto de Jean-Michel Jarre

01/jul 2011

    Las celebraciones no paran en Mónaco. Los recién casados apenas han descansado para cumplir con los compromisos y los eventos previstos en este segundo día de fiesta. Tras la boda civil y el multitudinario y popular buffet en la plaza del palacio, amenizado por canciones como Dancing Queen de ABBA o temas de Johnny Hallyday, los príncipes Alberto y Charlene con sus respectivas familias se han trasladado al puerto Hércules, donde una vez más están convocados todos aquellos monegascos que quieran disfrutar de la buena música de Jean-Michel Jarre y la fiesta.

    Carlota, acompañada por sus hermanos y su madre Carolina, llegó con el mismo vestido que llevó en la ceremonia civil, aunque sin sombrero y con un bolero semitransparente con pedrería, a juego con los zapatos y un clutch color plata. El pelo lo llevaba en un semirecogido muy favorecedor y es que la hija de Carolina de Mónaco acapara siempre todas las miradas por su gusto y belleza. Carolina y sus hijos estuvieron en el hotel Hermitage saludando a los invitados mientras que tanto los novios como la princesa Estefanía fueron directamente a puerto Hércules.

    No sólo los residentes de Mónaco tuvieron la oportunidad de disfrutar de esta fiesta sino que los invitados reales, que esta misma tarde han ido llegando al Principado se han unido a ella. Máxima, con vestido corto blanco, con un hombro al descubierto, y Guillermo de Holanda y Felipe y Matilde de Bélgica, de corto de color verde esmeralda, han sido de los primeros en llegar. Los príncipes Mary y Federico y Joaquín y Marie de Dinamarca tampoco faltaron. Mary muy estilizada y guapa de rojo, con un vestido que dejaba uno de sus hombros al descubierto, y Marie, su cuñada, con un escote palabra de honor en su vestido negro. Mette Marit, otra de las que apostó por el blanco, llegó del brazo de su marido Haakon de Noruega.

    En el concierto, la pareja subió al escenario para agradecer al artista y a los asistentes al recital su presencia, y también tuvo unas palabras para los cientos de personas que siguen el concierto a través de Internet. Charlene, con el mismo vestido con el que dio el 'sí quiero' pero sin chaqueta y con un collar de oro resaltando en su escote palabra de honor, también cogió el micrófono para agradecer a todos su presencia. '¡Viva Mónaco!' terminó Charlene que, un tanto tímida, se abrazó a su ya marido.

    Jean Michel Jarre, un artista innovador

    El público estuvo invitado, igual que al recital de Eagles de la noche del jueves, al show que ha creado especialmente para la ocasión el artista Jean-Michel Jarre, conocido por sus sonidos electrónicos, que ha convertido el puerto en un enorme escenario de 120 por 60 metros. Proyecciones de vídeo, luces láser y pirotecnia para la que se han necesitado 10 kilómetros de cable y 250 técnicos han puesto la nota espectacular de la noche.

    Fuente: Hola.com

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