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Tras dar por superado sus problemas emocionales, Demi Lovato habló por primera vez sobre su adicción a la cocaína, que fue una de las razones por la que se internó en un centro de rehabilitación.
"Lo que puedo decir es que estaba deprimida. Salía al escenario delante de 18 mil personas y de repente estaba sola en la habitación de mi hotel. Me venía abajo, y al final lo que quería era recrear esa sensación, seguir arriba", dijo la estrella juvenil, según recoge el diario británico Daily Mail.
Además, aprovechó para denunciar públicamente la facilidad con la que podía conseguir drogas. 'Los promotores me daban drogas y alcohol en los restaurantes y pubs. Ellos querían que yo regresara. Básicamente, me besaban el trasero', cuenta.
Luego de esa etapa, Lovato acabó entrando en un centro de rehabilitación en 2010. 'Pensaba que tenía amigos, que la pasaba súper bien, pero ser una celebridad es peligroso. Nadie dice 'no'.
Eso es por lo que muchos acaban sufriendo sobredosis y muriendo. Eso podría haberme pasado a mí', indicó la intérprete de "Unbroken".
'Me llamaban gorda y zorra'
La joven estrella está convencida de que los problemas de bulimia que ha sufrido últimamente están relacionados con una infancia difícil, en la que sufrió el acoso y la discriminación de sus compañeros de clase.
'Cuando tenía 12 años, mis compañeros me llamaban zorra y me insultaban diciendo que era fea y gorda. No debería haberles escuchado, pero reconozco que me afectó mucho en los años posteriores. Pensaba que no tenía amigos al estar tan gordita', reveló en la revista Fabulous.
Dispuesta a adelgazar a toda costa, Demi comenzó a provocarse vómitos y a seguir una dañina dieta que le hizo perder 12 kilos en menos de seis meses. A esta situación se unió después un proceso de depresión, autolesiones y problemas alimenticios.
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