Usar y comprar replicas de cualquier artículo, ya sea de moda, tecnología o alimenticio, no solo tiene un fuerte impacto sobre la marca y la compañía que se está falsificando, pero también sobre los valores morales de la persona que consume dicho producto.
El mercado de las réplicas y la piratería ocasiona pérdidas de más de 600 millones de dólares a las compañías propietarias de las marcas falsificadas. Además, los productos falsificados (desde fragancias y medicinas, hasta electrodomésticos) son producidos en condiciones deplorables por menores de edad en países subdesarrollados, tal como fue reportado por la revista Harpers Bazaar en su artículo Scientific American, los resultados del estudio concluyen que las personas que compran productos falsificados (o que piensan que andan productos falsificados) tienden a mentir y hacer trampa más a menudo.
LA INVESTIGACIóN
Uno de los estudios consistió en proveerle un par de lentes de sol de la marca Chloé a un grupo de mujeres y decirle a la mitad del grupo que las gafas eran falsas (aunque todas eran originales). El grupo completo luego se sometió a un examen de matemáticas y se les dio poco tiempo para terminarlo. Cuando se acabó el tiempo, se les preguntó a las examinadas qué resultado creían que habían obtenido en el examen y, basándose en ese resultado, se les pidió que tomaran una cantidad de dinero por cada respuesta que asumían correcta. Los resultados fueron sorprendentes: del grupo de mujeres que usaban las gafas "falsas", 70% de las mujeres sobrevaloraron sus calificaciones e hicieron trampa en el examen cuando pensaban que nadie las estaba viendo. En comparación, de las mujeres que portaban las gafas originales, solo 30% de ellas sobrevaloraron sus resultados e hicieron trampa.
En otro experimento, se distribuyeron los lentes originales y los "falsos" aleatoriamente a un grupo de participantes y se les pidió que tomaran un examen en una computadora. La pantalla se dividió en dos y mostró muchos puntitos en ambos lados. Se les preguntó a los participantes en qué lado de la pantalla pensaban que habías más puntos, si en el derecho o en el izquierdo. Si elegían el izquierdo, ganaban un centavo, y se elegían el derecho, ganaban cinco centavos. Sorprendentemente, los participantes con las gafas "falsas" eligieron más a menudo la respuesta más lucrativa a la respuesta correcta.
Usando el mismo elemento de las gafas falsas vs las originales, se realizó otro experimento con una diferente metodología y se concluyó que, en comparación con las mujeres que usaban los lentes originales, las mujeres que portaban las gafas "falsas" percibían a sus conocidos como personas más deshonestas y más propensas a actuar con poca ética en transacciones de negocios. Basándose en la proyección psicológica, el resultado señala que las personas que compran réplicas de productos tienden a ser mas cínicas.
Los tres estudios analizan que mentir no solo es innato al tipo de personalidad que elegiría mercadería falsificada, pero también proviene de auto percibirse como una farsa, sentimiento inducido por el uso de productos no originales.
"El fingir algo nos hace sentir como tramposos y farsantes por dentro y este "yo" enajenado e impostor conduce a la trampa y al cinismo en el mundo real", conluyó la revista Scientific American.
Así que antes de adquirir esa brillante imitación de un Rolex, un atractivo bolso Louis Vuitton falso, una réplica del iphone o un videojuego pirateado, toma en consideración no solo quien se está beneficiando de esa transacción, pero también las consecuencias ocultas de índole moral y psicológico que tu compra puede tener sobre ti mismo.