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El 'glamour' de Mónaco

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Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock ya son marido y mujer

01/jul 2011

    El príncipe monegasco y su prometida, quien tras el 'sí quiero' ha adquirido el título de Su Alteza Serenísima la princesa Charlene, han contraído matrimonio en una ceremonia civil celebrada en el Salón del Trono del Palacio Grimaldi. A este enlace, al que seguirán 48 horas de fiesta en Mónaco, incluida la ceremonia religiosa que tendrá lugar mañana, tan solo han acudido familiares y un selecto grupo, entre ellos representantes del gobierno monegasco, los embajadores de Francia y Sudáfrica, país de la novia, y el nuncio apostólico, en total unos 80 invitados, que han tenido el privilegio de vivir de cerca esta boda real histórica.

    Entre los invitados ha destacado la presencia de las hermanas del príncipe, Carolina y Estefanía, quien han sido testigos de la boda de su hermano, una sentada al lado de la otra. Durante la ceremonia que ha durado poco más de 15 minutos, la princesa Estefanía, hermana menor del príncipe, no ha podido evitar emocionarse, pues las miradas entre la pareja no dejaban lugar a dudas de la complicidad existente entre la pareja.

    Sin perderse ni un solo detalles de la boda de su tío, quien ha abandonado la soltería a los 53 años, con esta nadadora sudafricana que al fin logró conquistar su corazón, han estado Andrea, Carlota y Pierre Casiraghi, quien ha estado sentado al lado de su hermana pequeña, Alejandra de Hannover, para vivir este día tan señalado.

    El azul, el azul aguamarina, así como el visón han sido los colores predominantes durante esta ceremonia. La princesa Carolina ha elegido para la esperada boda de su hermano, un vestido azulón que ha completado con una pamela de rafia con adornos florales en tonos verdes y amarillos. Del mismo color que Carolina ha vestido su hija Alejandra, quien muy coqueta se ha recogido el pelo para ver el ‘sí quiero’ de su tío.

    Carlota, como viene siendo habitual, ha destacado por su elegancia, aunque también ha sorprendido por la elección de su modelo ya que era del mismo color que lucía la novia, un vestido de palabra de honor en azul aguamarina, el tono elegido por Charlene. Carlota, al igual que su madre, ha decidido colocarse un sombrero con una cinta de tela del mismo vestido, un detalle que le hacía lucir espectacular en un día como este.

    La princesa Estefanía, quien como hemos comentado anteriormente ha tenido que enjuagarse una lágrima, se ha decantado por un vestido de cuerpo ceñido en color visón de raso, con una torera de encaje. Estefanía, que ha prescindido de pamela, ha estado ‘custodiada’ durante la ceremonia por sus tres hijos Luis, Paulina y Camila.

    Tanto Camila, como Paulina, que a sus 16 años se ha convertido en toda una belleza, han acompañado a su madre en el balcón de palacio, tan solo un par de minutos después de que Alberto y Charlene se dieran su primer beso bajo la atenta mirada de miles de monegascos. Camila, de 13 años, ha lucido un original vestido estilo años 20, mientras que Paulina, quien ayer eligió un atuendo muy informal pero acertado para acudir al concierto de The Eagles, se ha decantado por un vestido estampado, que ha completado con unos pendientes dorados y una coleta a un lado.

    La familia de Charlene, también se ha unido a este multitudinario saludo, de forma muy discreta. Sus hermanos Gareth y Sean se han asomado timidamente a la plaza de palacio, mientras que su madre, Lynette, quien ha elegido un vestido en color visón al igual que Estefanía, y su padre Michel, han permanecido unos minutos más.

    Muy sonrientes y felices, la familia de la novia, y del novio, se han unido minutos después a la celebración en la plaza de palacio, la que en cuestión de un par de horas será trasladada al puerto de Mónaco, donde el compositor e intérprete francés de música electrónica Jean-Michel Jarre ofrecerá un espectáculo único en honor de los recién casados y de todos los monegascos.

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