El actor británico Colin Firth, candidato al Oscar como mejor actor por su papel en The king’s speech, asegura que interpretar al monarca Jorge VI de Inglaterra ha sido 'probablemente el papel más difícil' de su carrera.
En una entrevista reciente, recalcó que su secreto para hacer creíble la tartamudez del padre de la actual reina Isabel II consistió en creer que tartamudear era como si su lengua materna se hubiera convertido para él en un idioma extranjero.
'Me tenía que esforzar en no tartamudear. Lo que ven los espectadores es un hombre que intenta desesperadamente no hacerlo. Y no al contrario', asegura Firth, cuya película compite mañana por siete candidaturas al Oscar.
'No había vuelto a hacer de rey desde que representaba a Shakespeare en la universidad', dijo Firth, quien asegura que lo que más le interesó mientras se documentaba para el papel fue 'observar cómo la gente reacciona ante un rey'.
'En una ceremonia en presencia del príncipe Carlos, un amigo mío, un verdadero hippie, literalmente se metamorfoseó mostrándole un respeto infinito. Me di cuenta de que un monarca no percibe a la gente más que a través del corsé de un modo de representación permanente. Y eso -asegura- desde el día de su nacimiento'.
Según los críticos, Firth se llevará el Oscar, pues tiene tres puntos a su favor: su papel de un monarca tartamudo ha conmovido al público; ha arrasado con todos los premios a su paso, y la Academia siente debilidad por los personajes basados en la realidad, como en este caso.