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El legado del mundo maya en Honduras

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Ocurrió en el año 426 d.c. tras tres días de ceremonias y fiestas suntuosas en una ciudad Todavía sin descubrir, un joven guerrero provenienTe de las Tierras de Tikal, fue ungido como rey de una pequeña población maya en el occidente de la actual Honduras. A partir de ese momento, el novel monarca y su comitiva emprendieron un viaje que les tomaría más de 150 días a través de impenetrables selvas y tempestuosos ríos para alcanzar los nuevos dominios.

21/dic 2012

K’inich Yax K’uk’ Mo (Gran Sol, Primer Quetzal Guacamaya) era el nombre del soberano. Pequeño de estatura (medía sólo 1.6 metros) pero armado de gran valor y con estrechos lazos con la poderosa ciudad imperio de Teotihuacán, en el México Central, no tardó en tomar control del asentamiento que había estado gobernado desde sus orígenes por caciques locales.

K’inich Yax K’uk’ Mo inició una dinastía que daría esplendor y gloria a Copán durante más de 400 años. Tras él, quince gobernantes más se
encargaron de dirigir la ciudad que brilló por la belleza de sus estelas, su arquitectura gubernamental religiosa, astronomía y matemáticas. Fueron ellos los creadores de la ahora denominada Ciudad Luz del Mundo Maya.

Las primeras noticias de la existencia de Copán le llegaron al hombre moderno en 1576 a través de don Diego García de Palacio, emisario del rey Felipe II de España. Palacio le informó a su majestad en una de sus cartas, de la "existencia de ciertas ruinas y vestigios de una gran población y de soberbios edificios, de tal habilidad y esplendor, que parece que nunca pudieron haber sido construidos por los nativos".

Las buenas nuevas del real emisario pasaron de boca en boca a través de los siguientes siglos empujando a aventureros y exploradores a buscar la mítica ciudad.

Cerca de 1832, el coronel John Galindo (más conocido popularmente como Juan Galindo) la recorrió durante cuatro semanas e hizo planos y dibujos muy precisos de las ruinas, los primeros que se hicieron de Copán.

Pero no fue hasta el épico viaje de Stephens y Catherwood en 1839 cuando se hizo realmente público el sitio, gracias a su libro Incidents of Travel in Central America, Chiapas and Yucatan.

Los dibujos y textos de la pareja motivaron a los primeros investigadores académicos a internarse en el montañoso occidente de Honduras. En la última década del siglo XIX, el Museo Peabody de la Universidad de Harvard inició un proceso de investigación que continúa hasta la fecha.

¿Dónde está Copán?

El sitio está ubicado en el pequeño valle del mismo nombre, en el extremo oeste del país, muy cerca de la frontera con Guatemala (el puesto fronterizo de El Florido está a apenas 12 kilómetros de distancia).

Dentro del valle de 24 kilómetros cuadrados, se pueden encontrar numerosos sitios arqueológicos, la mayoría de los cuales todavía permanecen sin ser estudiados a profundidad. El principal asentamiento urbano, denominado El Grupo Principal era el verdadero centro del poder político, religioso y militar. Era ahí donde residían el gobernante y las clases élites.

¿Cuál es la importancia de Copán en el Mundo Maya?

Tal vez quien mejor lo explica es el conocido arqueólogo hondureño Ricardo Agurcia en su libro Copán Reino del Sol: "hay ciudades mayas más antiguas y más grandes, pero ninguna es más encantadora, o fue edificada con más elegancia por las manos de ingeniosos talladores de piedra".

La civilización maya alcanzó entre los años 250 al 900 D.C. aproximadamente, un nivel de desarrollo en todos los órdenes al punto tal que los investigadores han denominando a esta época el Período Clásico.

En esta etapa se construyeron grandes asentamientos urbanos y centros ceremoniales y políticos. Junto a la arquitectura, florecen la astronomía, la matemática, la escritura y la plena conciencia de su propia historia, su propia cronología.

Para decirlo brevemente, los mayas desarrollaron el sistema de escritura más avanzado de toda la América precolombina; inventaron el valor posicional de los signos y el uso del cero, midieron con notable precisión el ciclo del sol (se equivocaron por sólo 17.28 segundos), el de la Luna y el de Venus (llegando a predecir los eclipses que se darían en el futuro, uno de los cuales pudimos observar el pasado 5 de junio).

Todo esto sin olvidar el enorme desarrollo estético en su escultura y pintura; manifestaciones que unieron notablemente con la historiografía, el arte y la ciencia de su propia historia.

Copán destaca por su escultura, (imposible de pensar en Copán sin sus estelas) su escritura (el texto jeroglífico más extenso del Nuevo Mundo se encuentra aquí), la arquitectura (el templo Rosalila es una explosión de colores sin igual) y su astronomía (la Gran Plaza es un extenso observatorio astronómico que dictaba las pautas de la vida diaria de la ciudad).

En 1893 y gracias en gran medida a la llegada de los primeros exploradores de Harvard, se fundó el pueblo de Copán Ruinas a un kilómetro de distancia del Grupo Principal.

Hoy, este pequeño y pintoresco pueblito se ha convertido en el principal destino turístico cultural de Honduras. Cada año, más de cien mil personas arriban a estas tierras en busca de conocimiento y sana diversión. Seguro y de actitud despreocupada, el espíritu del pueblo ha evolucionado y adaptado con los exigentes gustos de sus visitantes convirtiéndolo en el escenario ideal para el buen gusto y el refinamiento de todo viaje exótico.

Cada mañana, arqueólogos, maestros, alumnos, estudiosos y exploradores inician temprano el camino al parque arqueológico (abre a las 8. 00 AM) para regresar en las primeras horas de la tarde a descansar. Apenas caen los últimos rayos de sol, la plaza central del pueblito se convierte en una moderna Torre de Babel, donde entre risas y y conversaciones, se pueden distinguir una media docena de idiomas distintos.

Cuando comienza la noche los más extraordinarios bares y restaurantes abren sus puertas para deleitar a los viajeros. Es la hora mágica de Copán Ruinas…

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