Hablar de diez años de BAC Estilo Moda es hablar de cómo la moda hondureña se ha ido construyendo frente a nuestros ojos. Para mí, que he vivido y documentado muchas de sus ediciones, el verdadero espectáculo siempre ha estado en el backstage: ese espacio donde la adrenalina, el caos y la belleza se encuentran.
Ahí es donde los diseñadores, modelos, maquillistas y creativos dejan ver lo que no siempre aparece en pasarela, pero que define el carácter de cada show. A lo largo de esta década he tenido la oportunidad de capturar esos momentos en los que la moda se siente más real. Los nervios antes de salir, los últimos retoques de maquillaje, el silencio breve antes del aplauso. Son instantes fugaces que, vistos en retrospectiva, cuentan la historia de un evento que ha madurado con el tiempo.

Este 2025 no es la excepción. Basta con ver el lineup, la narrativa y la comunicación que lo rodea para notar que el evento ha entrado en una nueva etapa, más consciente de su rol y de su impacto. Es una evolución que se siente necesaria y que abre la puerta a una versión de Estilo Moda más sólida, más conectada y más relevante.
Lo que comparto aquí no son solo fotografías: son fragmentos de una historia que merece ser contada. Porque al final, la moda también se entiende en esos segundos entre bambalinas, donde todo lo que vemos en pasarela cobra vida por primera vez.