Fue en el bello departamento de Ocotepeque en el barrio La Guadalupe, que nació el pintor hondureño quien de una manera automática le nació e el amor al arte. Fue durante su niñez donde las paredes de su casa se encontraban tapizadas con sus dibujos a los que sus padres pasaban retocando una y otra vez.
En la escuela siempre lo buscaban para que hiciera los dibujos, convirtiéndose en un elemento importante, "comencé a trabajar en concursos de pintura que me ayuda como parte de la alimentación y retroalimentación". Su primera pintura fue una Santa Cena influenciado por su mamá, nunca fue bueno para los números y decidió que la pintura era lo suyo.
Muchas veces se consideró un cantante frustrado pero con sus pinturas lleno de color, recuerdos y vida muchos hogares. Siempre en sus pinturas usaba su color favorito el magenta a quien contraste de colores le encanta combinar con el rojo blancos negros, la sobriedad sin lugar a dudas era su ejercicio predilecto.
Su técnica de «carácter personal» era pintar con cartones rígidos, con sus bordes y va aplicando los colores, manipulando las formas y de alguna manera ese es su sello personal. Pero su mayor obra como el mismo decía era su pequeño hijo Fran quien lleno de alegría desde el día que llego a su vida. Siempre será recordado por su invaluable trabajo y como el mismo decía: "Yo no trabajo, sólo pinto".