La obsesión de Hugh Grant por su intimidad y la de los suyos va en aumento. Ahora, ese interés se ha extendido a su reciente hija y a la madre de la misma, la actriz china, Tinglan Hong. Para conseguir protegerlas de la prensa, los actores han logrado una orden de alejamiento, dictada por un juez, que consigue mantenerla a una distancia más que prudencial del acoso de los fotógrafos.
Según informa el diario británico The Guardian, Grant ha conseguido que un tribunal londinense obligue a los paparazis a mantenerse a 100 metros del bebé y de su madre, que no pueden acercarse a la casa donde ambas viven (que les ha regalado el actor y está valorada en más de un millón de euros). Tampoco pueden ser retratadas mientras estén con amigos o familiares, en cualquier edificio, al aire libre ni -algo que resulta llamativo- mientras esté siendo seguida por otros fotógrafos. La importancia de esta sentencia puede amplificarse ya que sienta jurisprudencia en el Reino Unido y podría aplicarse en casos similares de otros famosos perseguidos.
'Hugh Grant está, lógicamente, preocupado. Quiere que su hija esté protegida', afirmó el abogado de los actores, que tachó la actitud de la prensa como 'un comportamiento vergonzoso'. Según ha relatado el letrado, tanto Hong como la niña están sufriendo un importante acoso por parte de los fotógrafos de los tabloides británicos desde el nacimiento del bebé. 'La orden de hoy hará que los paparazis paren de esperarla a la vuelta de la esquina, de perseguirla o de tenerla bajo vigilancia'. Por tanto, la orden impuesta por el tribunal explica que, cualquiera que acose a Hong o a su hija, corre el riesgo de ir a la cárcel, de ser multado o de que se le incaute el material fotográfico.
Su abogado aseguró que la dureza de la decisión judicial responde al nivel de acoso que la actriz estaba sufriendo desde que se hizo público que mantenía una relación con Grant, el pasado mes de enero. 'Tinglan ha estado literalmente sitiada desde que los periódicos anunciaron el nacimiento'. Ese anunció ocurrió el pasado día 1 de noviembre, cuando se supo del inesperado nacimiento de la hija de Grant. Desde entonces, el actor había tenido que contratar guardias de seguridad para proteger tanto a Hong (pese a que nunca ha confirmado que fuera la madre de su pequeña) y a su hija como la casa donde ambas viven, y de la que se le ha visto salir en alguna ocasión en estas últimas semanas.
Fuente: Elpais.com
