Cuatro horas y media ha sido el tiempo exacto que ha estado Lindsay Lohan entre las rejas de la prisión californiana donde tenía que cumplir los seis días de reclusión a los que había sido condenada; una reducción de los 30 días que dictaba la sentencia condenatoria por violar su libertad condicional.
El motivo de tan fugaz encarcelamiento no es otro que la prisión está masificada y como Lohan no está considerada una presa peligrosa ni tampoco parece que vaya a huir del país, puede cumplir el resto de su condena en su domicilio.
De esta manera, la actriz ha llegado al Centro de Detención Regional de Lynwood a las 8:48 de la pasada noche y lo ha abandonado exactamente a la 1:30 de la madrugada, según han informado fuentes policiales, que también han precisado que aunque ya se sabía que la prisión estaba masificada, el tiempo de reclusión de Lohan no estaba claro 'a priori', ya que depende de las 'fluctuaciones que se vayan produciendo a lo largo del día'.
A partir de ahora, Lindsay Lohan tendrá que trabajar al menos 12 días al mes limpiando las instalaciones de la morgue del condado hasta completar los 53 días de servicio a la comunidad. Lohan llegó tarde el primer día que tenía que cumplir en este lugar y la expulsaron, aunque finalmente ha sido readmitida.
Además, la 'celeb' tiene que comprometerse a acudir a sesiones de psicoterapia que la ayuden a reconducir su conducta autodestructiva.
Si después de todas las oportunidades que le está dando la Justicia, Lohan vuelve a las andadas, dará con sus huesos en la cárcel durante 270 días, según el fallo del juez.
Vía: elmundo.es