A Shelby Swink le dejó su novio tras una relación de 3 años y 5 días antes de su boda.
Por suerte, encontró una buena manera de afrontarlo. "Una fiesta por pena era lo último que quería o necesitaba", decía. Pero el fotógrafo de la boda fue quien tuvo una gran idea idea para hacer una sesión de fotos de "destrucción del vestido de novia" durante el día de la boda.
Shelby no fue la única que arruinó su vestido por completo, sus amigos y familiares hicieron lo mismo con sus elegantes trajes. Ese día que todos creían que la novia pasaría llorando por sus sueños rotos se convirtió en una reunión con la familia y los amigos llena de risas y juegos.
Por suerte, encontró una buena manera de afrontarlo. "Una fiesta por pena era lo último que quería o necesitaba", decía. Pero el fotógrafo de la boda fue quien tuvo una gran idea idea para hacer una sesión de fotos de "destrucción del vestido de novia" durante el día de la boda.
Shelby no fue la única que arruinó su vestido por completo, sus amigos y familiares hicieron lo mismo con sus elegantes trajes. Ese día que todos creían que la novia pasaría llorando por sus sueños rotos se convirtió en una reunión con la familia y los amigos llena de risas y juegos.
"No sé cómo empezar a describir lo liberadora y catártica que fue esta experiencia para mi," explicaba Shelby en Offbeatbride. "En el momento en que el primer goterón de pintura manchó mi vestido, me sentí libre."
Shelby Swink conoció a su ex-prometido en la universidad, en 2011. Estaban comprometidos y se iban a casar el 1 de Noviembre de 2014.
Apenas una semana antes del evento, el novio dijo que ya no la quería, y canceló la boda.
Vía: Huffington Post
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