El presidente Barack Obama y su familia encendieron el jueves por la noche la iluminación del nuevo árbol Nacional de Navidad, situado al sur de la Casa Blanca. El mandatario aprovechó la ocasión para expresar confianza en que este símbolo dure más que su predecesor, que murió exactamente al año.
'Nuestro árbol (de Navidad) ha tenido momentos difíciles en fecha reciente. Este es nuestro tercer árbol en igual número de años', manifestó Obama, un mes después de ganar la reelección.
El gobernante destacó que un árbol que había permanecido más de tres décadas cerca de la Casa Blanca se perdió en una tormenta a principios de 2011 y el sustituto no se sostuvo.
'Lo sucedido muestra que nadie tiene su trabajo seguro aquí en Washington', bromeó.
Obama dijo confiar en la supervivencia del nuevo árbol, un abeto de 8,53 metros (28 pies) de alto, que sobrevivió aparentemente incólume al huracán Sandy pese a que fue plantado días antes del paso del meteoro.
En la 90a ceremonia anual de encendido de las luces del árbol, acompañaron a Obama su esposa, Michelle Obama; las hijas de ambos, Sasha y Malia; y la suegra del presidente, Marian Robinson.