Seniors 2024
Son muchas las teorías sobre el tono de la piel de Donald Trump, el presidente electo de los estadounidenses, que según expertos maquillistas luce naranja su rostro como consecuencia del uso frecuente de cámaras bronceadoras.
'El uso continuo de spray y cámaras bronceadoras en las que se cubre los ojos con goggles son los que han provocado ese efecto en su piel y la hiperpigmentación alrededor de sus ojos', ha reiterado Jason Kelly, uno de los maquillistas contratados para la Convención Nacional Republicana de mediados del año pasado.
Otros agregan que Trump no utiliza el tono adecuado de bronceador para su piel y a eso se suma el maquillaje que debe usar frente a las cámaras, que al final hace más evidente el problema.
Lo que si está comprobado es que los bronceadores en spray utilizan dihidroxiacetona, un compuesto que según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) puede representar un riesgo para la piel por lo que no se debe usar 'en áreas cubiertas por las membranas mucosas, los labios, la nariz y alrededor de los ojos (desde la parte superior de la mejilla para arriba de la ceja)'.
Lo cierto es que hasta finales de los 90, Donald Trump lucía un color saludable de piel, pero fue a principios del nuevo siglo que comenzó a tornarse en tono anaranjado.
Otra de las razones podría ser la amistad por más de 20 años que mantiene el ex director general de una empresa de bronceado. Se trata de Steve Hilbert, quien en 2006 se convirtió en CEO de New Sunshine, un fabricante de camas de bronceado, cabinas de pintura y lociones.
Independientemente del motivo, la verdad es que a partir del 20 de enero, los norteamericanos y el mundo entero deberán acostumbrarse no solo a la personalidad sino también al look peculiar del nuevo mandatario.
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