El pasado 10 de mayo, el príncipe William y Kate Middleton asistieron a la inauguración del monumento de Glade of Light, en honor a las 22 personas que murieron por el ataque terrorista en el concierto de Ariana Grande en el Manchester Arena.
Muchos de los que se encontraban en el lugar describieron al duque al borde del llanto en el momento en el que habló frente a las familias de los fallecidos sobre “el dolor y el trauma que sintieron”, y es que a William le fue fácil recordar a su madre, la princesa Diana.
El dolor nunca termina
El hijo mayor del príncipe Charles se encontraba junto al monumento de mármol blanco con los nombres de las víctimas cuando dio paso a sus palabras de bienvenida.
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“Para Kate y para mí es muy importante que estemos con ustedes aquí hoy para recordar las 22 vidas tan brutalmente arrebatadas, para reconocer los cientos de vidas que cambiaron irrevocablemente y para rendir homenaje a la resiliencia de esta gran ciudad. Solo recuerdo demasiado bien la conmoción y el dolor en los rostros de aquellos que conocí cuando visité Manchester en los días posteriores a la atrocidad”, dijo el futuro rey, según US Magazine.
Recordó a la princesa Diana
Además de conmemorar a las personas fallecidas en dicho atentado, el príncipe aprovechó y brindó varias palabras en honor a Lady Di, quien murió en un terrible accidente en París de 1997. “Como alguien que vive con su propio duelo, sé que lo que más le importa a los dolientes es que aquellos que hemos perdido no sean olvidados. Hay consuelo en recordar, al reconocer que, aunque se fueron horriblemente pronto, vivieron. Cambiaron nuestras vidas”.
