Leyenda de Hollywood, la actriz Elizabeth Taylor también fue una reina de corazones. La actriz británica se casó ocho veces con siete maridos diferentes.
Su primer ‘sí quiero’ lo dio nada más cumplir la mayoría de edad, en 1950. Su primer marido fue Conrad Nicholas Hilton con quien solo estaría un año casada. Un año después de la separación de Hilton, Taylor volvió a contraer matrimono con el actor inglés Michael Wilding. Esta vez la historia duraría más, cuatro años exactamente. La pareja tuvo dos hijos, Michael y Christopher Wilding.
El mismo año de su separación, en 1957, el productor de cine Mike Todd fue el tercero capaz de enamorar a la bella actriz. Un año después, la mala fortuna quiso que Elisabeth volvería a estar sola ya que Todd murió en un accidente aéreo. Aún así, doce meses fueron suficientes para que Taylor engendraraa su tercer hijo; esta vez fue niña y se llamó Lizza.
Tras seis meses viuda, Taylor se refugió en el calor de quien más conocía a Todd: su mejor amigo, Eddie Fisher. El cantante, casado con Debbie Reynolds,se separó de ésta para casarse con la inglesa. Fue tal el escándalo que se produjo que Fisher tuvo daños colaterales en su carrera ya que la NBC canceló la serie televisiva del actor en marzo de 1959.
Un amor tormentoso
El rodaje de la película 'Cleopatra' fue el escenario donde la actriz conoció al que sería su gran amor: Richard Burton. El actor británico fue el único que consiguió que Taylor cayera dos veces rendida a sus pies. Los dos estaban casados cuando se conocieron y eso supuso un aluvión de críticas. De hecho, hasta el Vaticano se posicionó en contra de esta relación. Aún así, la pareja siguió adelante con el romance, rompieron sus matrimonios y se casaron en Montreal. Aunque no tuvieron hijos, sí decidieron adoptar a una niña, María, quien se convirtió en la cuarta hija de la actriz.
El amor de la pareja fue uno de los más polémicos que se recuerdan en Hollywood. Peleas, escándalos y borracheras fue el día a día de los actores que a pesar de todo, estuvieron juntos casi diez años. Parece que su relación era un 'ni contigo ni sin tí' ya que 16 meses después de su separación, la pareja se volvió a casar en 1975, aunque esta vez, su amor duró un año. El senador John W. Warner fue su sexta conquista. Un matrimonio infeliz que comenzó en 1978 y terminó cuatro años después. Durante ese tiempo, la actriz cayó en el alcoholismo.
Una boda por todo lo alto
En el 1991, Liz se casó por octava y última vez. A pesar de ser ya una auténtica experta en bodas, la actriz volvió a vestirse de blanco y juró amor eterno hacia su esposo, Larry Fortensky, un obrero de la construcción y alcohólico recuperado. El íntimo amigo de la actriz, el cantante Michael Jackson, fue el padrino de la novia e inclusó firmó las invitaciones. 'Mister Michael Jackson tiene el placer de anunciarle que desea contar con su presencia en la boda de su amada amiga miss Elizabeth Taylor con Larry Fortensky, el domingo 6 de octubre de 1991, a las 17.00, en mi rancho de Neverland Valley''. Una madre soltera, que se convirtió por aquella época en guru espiritual de Hollywood, Marianne Williams, fue la encargada de oficiar la ceremonia que costó 100 millones de pesetas.