Consejos: Los niños y su relación con los dulces

Puede que sepas que el dulce en grandes cantidades no es bueno para los pequeños de la casa pero, ¿Qué hacer para no torturar los niños pero tampoco sobrepasarse con la dosis de azúcar? Encontrar el punto medio entre estos dos casos puede ser complicado pero solo debes recordar que todo está en el balance.

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Es de mucha importancia que prestes especial atención a cuántos caramelos están consumiendo tus hijos diariamente. Según Today Parents, las cantidades excesivas de azúcar están relacionadas con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2 y obesidad tanto en los adultos como en los niños, es por esto que se recomienda que la dosis diaria, la de los menores, no sobrepase las seis cucharaditas (24 gramos) de azúcares agregados por día.

Organiza la dieta de tu hijo

No es necesario ser demasiado riguroso con la dieta de los niños, basta con llevar un pequeño control de lo que están comiendo todos los días u asegúrate de que los alimentos contengan nutrientes que le sirva para su desarrollo natural para su edad. Un dato importante es aprender a descubrir las azúcares ocultas ya que muchos productos en el mercado pueden jactarse de ser libres de azúcar pero esto no siempre es así. Siempre detente a leer bien las etiquetas de bebidas, licuados, barras de proteínas, granola y yogures; puede que algunos de estos productos contengan de 4 a 5 cucharaditas de azúcar agregada por porción.

No utilices los dulces como premio

Al obsequiarle un dulce como premio por buena conducta o por hacer sus deberes genera que el pequeño vea los caramelos como una parte fuera de su dieta, eso al final lo hace pensar que no importa la cantidad, siempre habrá espacio para un chocolate; en vez de esto opta por un sustituto de los dulces como lo son las frutas: hazlas parte de la dieta diaria del niño.

Conviértelo en consumo ocasional

Fiestas de cumpleaños, comidas fuera de casa, visita a la abuela; estos son momentos en los cuales suelen haber muchos dulces para los pequeños. Puede resultarte factible enseñarle a tu hijo que no siempre que se vaya a estos lugares deberá consumir grandes cantidades de ellos. No utilices palabras como "prohibidos", "dañinos' o "malos", para referirse a los caramelos ya que podrían causar el efecto contrario y los niños podrían comerlos a escondidas y de manera descontrolada, es mejor que les enseñes a comerlos de una manera saludable y responsable para su edad.