Todo lo que debes saber sobre la viruela del mono

La viruela del mono, aunque recientemente se ha vuelto un gran tema de conversación, está presente en el mundo desde los años 50, confirmándose su primer caso en los 70, específicamente en la República Democrática del Congo. Desde el 15 de mayo, la ONU anunció que se estaban presentando casos de una variante de esta enfermedad en Reino Unido y España, sitios en donde no es endémica, y el pasado 16 de agosto se confirmó el primer caso en Honduras.

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Este padecimiento no es igual a la viruela y, aunque tengan síntomas similares, los indicativos de la viruela del mono son leves. Este proviene del Monkey Pox, y tiene que ver con el ADN de estos. “La mayoría de los animales susceptibles de contraer la dolencia y después contagiar a las personas son los roedores, como las ratas gigantes de Gambia, los lirones o los perros de las praderas”, se lee en el portal oficial de las Naciones Unidas.

De acuerdo a CDC, esta enfermedad se puede transmitir de varias maneras, entre ellas:

· Contacto directo con el sarpullido, las costras o los líquidos corporales de la viruela símica de una persona que tenga la enfermedad.

· Tocar objetos, telas (vestimenta, ropa de cama o toallas), y superficies que haya usado alguien con la viruela símica.

· Contacto con secreciones respiratorias.

· Tener relaciones sexuales con una persona con viruela símica.

· Los abrazos, masajes y besos.

· El contacto prolongado cara a cara.

· Las personas embarazadas pueden transmitir el virus al feto a través de la placenta.

Los síntomas comienzan a presentarse tres semanas después de haberse contagiado una persona; según MedlinePlus, estos pueden ser:

· Fiebre.

· Dolor de cabeza.

· Dolores musculares y dolor de espalda.

· Ganglios linfáticos inflamados (glándulas inflamadas).

· Escalofríos.

· Fatiga.

· Un sarpullido o erupción con llagas que puede parecer un grano o ampolla. Puede estar en la cara, dentro de la boca o en otras partes del cuerpo, como las manos, los pies, el pecho, los genitales o el ano. Pasa por diferentes etapas, incluyendo una costra, antes de sanar. Esto puede tomar de 2 a 4 semanas.

Se estima que entre el primer o el tercer día desde que se presenta la fiebre inician las apariciones de unas pequeñas erupciones.

Aproximadamente los síntomas pueden durar de dos a tres semanas, y esta enfermedad desaparece por sí sola, sin tratamientos. No obstante, siempre es importante vigilar las erupciones y dejarlas secar sola, si es posible pueden vendarse para no tener contacto con ellas. En algunas ocasiones, para las que se encuentran en ojos y boca, se pueden utilizar gotas que no contengan cortisona y enjuagues bucales que refresquen.

En casos de gravedad, la Organización Mundial de la Salud recomienda la inmunoglobulina vaccinia (VIG), que en algunos países es comercializada como TPOXX, que funciona para combatir la viruela.