Exfoliate
Hoy en día existen muchas maneras de exfoliar tu piel y además, tienes el plus de hacerlo durante la ducha. Lo único que necesitas es tallar tu cuerpo con una mezcla de azúcar y un poco de aceite de almendras o adquirir una crema exfoliante. Aplícalo sobre la piel y haz movimientos circulares suaves. Si necesitas tonificar tu piel sustituye el azúcar por granos de café molidos ya usados.
Utiliza protector solar
Sabemos que la importancia de este consejo es vital. Los rayos UVA y UVB que irradia el sol son los factores que más deterioran a nuestra piel. Si amas darte baños de Sol, procura hacerlo con el mejor protector solar disponible. No solamente protege tu piel de estas radiaciones, además, cuenta con ‘listones hidratantes’ que mantienen tu piel humectada hasta por 12 horas.
Humecta
Lleva siempre contigo la crema humectante que más le favorezca a tu piel. Si no sabes cuál es, experimenta con varias hasta encontrar la ideal (algunas tenemos pieles mixtas o muy grasosas y existen versiones especiales para cada tipo). La función de la crema humectante es mejorar la condición de humedad a la piel y crea una barrera contra el exterior; por otro lado, la hidratante restablece la hidratación y la humedad, es decir: el líquido que falta a las células es restaurado.
Limpieza noctura
Limpia tu piel antes de irte a la cama. Haz de esto un hábito pues, es determinante para lucir saludable al día siguiente. Si quieres, utiliza un tónico libre de alcohol o simplemente lava con agua tibia y un poco de jabón neutro.
¡Bebe mucha agua!
Mantenerte bien hidratada durante el día también es fundamental para tener una piel hermosa y saludable. No hacerlo afecta la elasticidad y pureza de tu piel.
Duerme lo necesario
Debes hacer lo posible por dormir al menos ocho horas diarias. Así, tus células se regeneran y tu piel recupera su elasticidad y firmeza.