Cada vez es más difícil elegir, porque ya parece que todo mundo se inventó su propio código. Nunca olvidaré una invitación para un cumpleaños de una amiga, que decía: "dress to impress"… ¿Qué se supone que me debo poner? A quién impresiono, a la cumpleañera, a su familia o a sus amigos, me vino a la mente aquel desafiante modelito verde de Versace para Jennifer López. Eso me impresionaría, pero ¡definitivamente no me lo pondría!
Total no fui a la fiesta. Del ahora común "dress to impress", pasamos al "white tie, black tie", y adjetivos que cada quien interpreta a su manera: "smart", "creative", "festive". ¡Con razón siempre nos vamos con el infalible little black dress! - y por eso en las fotos todos nos vemos iguales -.
Para no vestirnos con miedo a quedar mal o hacer un ridículo, la modista y periodista Carmiña Romero nos da una luz, para no entrar en pánico.
Primero: aparte de servir para mortificarnos, ¿para qué sirven los dress codes o códigos de vestimenta?
"Sirven para guiar a la gente que no llegue inapropiado a un evento, y que la gente no desentone con el mood que el anfitrión quiso crear en su evento. Si no especificás, te llegan muy muy vestidos, o muy mal vestidos - casi siempre lo último: te llegan en jeans a algo que querías hacer elegante -. "
¡Pero con tanta variedad, es muy subjetivo!
"Hay que enfocarse en el evento y sus circunstancias: por ejemplo, está bien, una boda formal, pero ¿y si es en la mañana? Qué hacés para una fiesta en la playa… hundir tus tacones en la arena?
Creo que estos dress codes nuevos los estamos usando para fomentar que la gente sea más atrevida, que interprete la moda con más gracia para los eventos, porque si no todos llegan estilo funeral.
Me pregunto: qué pasa si el evento es deportivo… ¿lo llamamos sport chic? ¿Qué tal sport leisure?"
Así que cero estrés: entérate antes del carácter del evento, del concepto en general. Mirá el caso de nuestros países tropicales, pocas veces hay eventos de gala o "white tie". El clima nos condiciona mucho, pero hay que ser original. Dale un descanso al vestidito negro. Dice el refrán:" when in doubt, overdress".