Aplicar hidratantes y protectores no es lo único que debes hacer para mantener la piel saludable. La verdadera protección comienza desde adentro, con una alimentación que contribuya a mantener la piel suave y radiante.
Durante los cálidos días de verano, es recomendable ingerir de 36 a 42 onzas de agua, así como una dieta rica en antioxidantes que actúan como una barrera solar y además promueve un efecto glow en la piel.
Lo que no puede faltar: zanahorias, duraznos, blueberries, espinacas, tomates, frijoles, lentejas, nueces y pescados, especialmente salmón.
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Buenos aliados. Para aliviar las quemaduras solares aplica sábila o leche fría, directamente o en compresas, durante 10 minutos.
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