Granos con aromas florales o frutales, sabores con acidez y dulzor balanceados… consumir café local puede resultar una gratificante experiencia. Tal como nos explica el barista Eliazar Cáceres, disfrutar una buena taza de café es un ritual sencillo que todos podemos aprender, aquí algunas claves.
Cómo elegirlo
Escoger el café adecuado es la tarea más difícil. Para no fallar en el proceso debemos elegir café fresco, "de preferencia en grano y que su fecha de tueste no pase de dos meses ya que después de este tiempo difícilmente mantiene sus atributos", dice el experto, quien nos recuerda que el grado de frescura es factor fundamental a la hora de disfrutar un buen café. La razón para preferir el café en grano en lugar del molido se debe a que en el proceso, éste último pierde el sabor de los aceites, que una vez expuestos al aire, comienzan a oxidarse, perdiendo su humedad y aroma.Si eres más práctico y prefieres el café molido, ten en cuenta que debes consumirlo antes de que pase un mes para que mantenga su frescura y fragancia. Para obtener un resultado óptimo recuerda comprar café 100 % arábica, que debe servirse solo, sin leche ni azúcar.
Cómo almacenarlo
La forma como guardamos el café puede afectar su sabor y aroma. "Busca un lugar fresco y usa de preferencia un frasco oscuro, con un buen sellado, ya que el oxígeno y la luz solar también tienen un impacto en los atributos", explica Eliazar. Guardarlo en latas es también una práctica común entre los conocedores ya que las de tapa hermética o de cierre al vacío no dejan entrar el oxígeno y la humedad. Además, las latas de acero inoxidable son mejores que las de plástico, no solamente porque es más difícil romperlas, sino que también el material es menos poroso.Cómo molerlo
El café hay que molerlo justo antes de consumirlo para conservar todo el aroma y el sabor. El punto exacto se logra cuando obtienes una textura muy similar a la de la arena de la playa. El café tiene que ser fino, pero con consistencia.Si decides comprar un molino asesórate bien sobre el que más te conviene. Existen de cuchilla, que son más accesibles pero requieren medir bien el tipo de molienda, entre más mueles, más finas son las partículas. También puedes elegir uno de fresa, que aunque son más grandes y pesados que los de cuchilla, tritura los granos de manera más precisa y consistente.
La medida exacta
Para los que aún no se animan a utilizar otros métodos, la percoladora es el utensilio más popular para hacer café."Para prepararlo en casa solo necesitamos una cuchara medidora, café molido y una cafetera eléctrica. El primer paso es colocar en la cesta del filtro tres cucharadas medidoras con café (recién molido idealmente), verter una taza de agua en el dispensador y encender la cafetera", explica Cáceres y agrega, "si se harán dos tazas se recomienda utilizar 5 cucharadas, si la preparación es de 3 tazas, lo ideal son 7 cucharadas de café".Un último consejo, nunca uses agua de grifo, hazlo siempre con agua mineral o purificada.
Los utensilios
Preparar café se ha vuelto un arte, una tendencia con miles de adeptos que experimentan con toda clase de artefactos que van desde la prensa francesa, -que luego de una infusión de cuatro minutos promete una deliciosa taza de café- y el clever dripper, -un método de inmersión fácil de controlar-; hasta el aeropress, un híbrido entre inmersión e infiltrado o el V60, que logra una taza aromática, con cuerpo, acidez y dulzor.Para principiantes o los que tienen menos tiempo y paciencia, lo ideal será usar una cafetera o percoladora tradicional. Las propuestas son diversas, elige la que más se adapte a tu gusto y estilo de vida. La taza donde lo sirves también es muy importante, la opción más recomendable es la porcelana, que mantiene la temperatura sin afectar las cualidades del café.