Algunos circuitos se activan y otros si silencian en el cerebro de los enamorados. Conoce qué sucede en tu interior cuando decides decir 'sí, te quiero'!
«En el enamoramiento, tras el impulso emocional del inicio, se ponen activan varios circuitos cerebrales para consolidar el vínculo amoroso, y se silencian específicamente las áreas que crean distancias, aquellas que se activan en estados depresivos o de tristeza», asegura Natalia López-Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Navarra.
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«Diálogos y silencios entre las neuronas atan a los enamorados por una doble vía: atrayéndoles al activar la vía de la recompensa emocional y superando las distancias personales al desactivar la desconfianza», explica la experta Natalia López-Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Navarra.
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La vista, la voz o el intelecto de la otra persona juegan un papel importante. «Ver el rostro de la persona enamorada es importante para despertar y mantener el enamoramiento, ya que provoca una serie de emociones positivas que llevan a la otra persona a empatizar y conocer los sentimientos e intenciones del otro” asegura la experta.
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Según Natalia López-Moratalla, el refrán, “el amor es ciego”, viene por que de la emoción de haber encontrado a la media naranja, el cerebro oculta los defectos del otro, acerca el uno al otro y hace desaparecer las distancias creando confianza.
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Cuando estas enamorada, disminuyen los niveles de serotonina en el cerebro, eso explica por qué los enamorados se concentran tanto en la persona amada. Este efecto también puede explicar por qué los enamorados a menudo no perciben los rasgos negativos de su pareja en los primeros meses de la relación.
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En el enamoramiento, las hormonas que inundan el cuerpo liberan la adrenalina y la noradrenalina, haciendo que el corazón se acelere, mientras que la dopamina del cerebro crea sentimientos de euforia.
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Enamorarse aumenta el flujo sanguíneo hacia el núcleo accumbens, en el centro de placer del cerebro. La resonancia magnética muestra que esta región se ilumina en las personas enamoradas. El aumento en el flujo sanguíneo ocurre por lo general durante la fase de atracción.
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Las hormonas de la oxitocina y la vasopresina, son las que impulsan a dar el paso adelante y parecen ser cruciales para la formación de relaciones a largo plazo. Las parejas que han estado juntas durante varios años muestran una mayor actividad cerebral asociada a estos productos químicos cuando miran fotografías de su pareja.
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Los enamorados viven menos estresados y con una buena sensación de plenitud y goce, esto gracias a las endorfinas también conocidas como hormonas de la felicidad aunque realmente no son hormonas, suscitan en el cerebro éxtasis, anestesia y bienestar además de reforzar las defensas personales.