Son las tres de la tarde y estoy cruzando las puertas principales de la Clínica Hale en Londres. Llegué puntual a mi cita con la famosa Deborah Mitchell. Con un fuerte aliento admiro el majestuoso edificio blanco. "Good day, Ms. Smith", me recibe una elegante señorita vestida con un impecable uniforme blanco.
Me entrega una llave para mi locker en el salón de baño. Cambio mi ropa por una esponjosa y cómoda bata y mis zapatos por un par de acolchadas pantuflas. Paso al lounge de espera y me preparo una reconfortante taza de té verde caliente.
El sonido de la cascada en la fuente mece mi alma y la música zen cubre mi corazón con calor. Tomo asiento en un confortable sillón y me hundo en una nube de almohadas. Cierro mis ojos y caigo en un dulce sueño. Inaugurada por el príncipe Carlos en 1988, esta famosa clínica es la más grande de tratamientos holísticos en Europa.
Sus expertos ofrecen un extenso menú de tratamientos curativos y su filosofía está basada en un entendimiento profundo de los principios de la ayurveda. Uniendo cuerpo, mente y espíritu. Es una combinación de tratamientos físicos y herramientas emocionales: masajes, nutrición, tratamientos naturales, yoga, desintoxicación y meditación. De repente, desperté con un suspiro. Siento que alguien palmea mi brazo gentilmente. "Ms. Smith, ¿lista para su tratamiento?".
El momento de mi cita con la aclamada Deborah Mitchell ha llegado. El facial con veneno de abeja es su especialidad. Es un tratamiento para una princesa. Catherine, duquesa de Cambridge, y Camilla, duquesa de Cornualles, son sus mayores clientas, junto a Gwyneth Paltrow, Claudia Schiffer, Kylie Minogue y Victoria Beckham.
Y es que Mitchell ha elaborado un producto tópico y natural, una alternativa al Botox, cuyos ingredientes activos son la miel Manuka, conocida por sus propiedades calmantes y curativas, y el veneno de abejas, que ayuda a controlar los músculos faciales. Inmediatamente levantando y reafirmando el rostro. Haciendo desaparecer de forma mágica las líneas y arrugas.
Al terminar, me detuve un momento frente al espejo. Al sonreír, noté mis mejillas rosadas brillar. Lucía feliz, saludable y descansada. En paz y enamorada.
La mezcla perfecta
Veneno de abeja. Científicos han descubierto que el veneno de abeja, conocido como el bótox de la naturaleza, tiene la capacidad de aumentar el colágeno, y por ende, mejorar la elasticidad. Asimismo, promueve la circulación sanguínea, elimina la piel muerta y reduce las arrugas.
Miel de Manuka. Esta miel, originaria de Nueva Zelanda, se utiliza en muchos hospitales, como la Clínica Mayo, ya que sus acciones antibacterianas están demostradas científicamente. Se usa para tratar diversos problemas de la piel, desde acné hasta quemaduras. Puedes usarla como mascarilla contra los molestos brotes de acné, aplicando una capa delgada de miel en todo el rostro durante 15 minutos y después aclarando con agua fría. O como limpiador facial, usándolo mañana y noche en lugar del jabón.