Al aproximarse el final del verano, los miembros de la aristocracia y del jet-set mundial preparan sus Louis Vuitton trunks para continuar vacacionando durante su mes favorito: septiembre.
O por lo menos así lo expone Jamie Johnson (heredero a la fortuna de Johnson & Johnson y director del controversial documental, Born Rich), en su blog The One Percent que escribe para la revista Vanity Fair. Según Johnson, mientras el mundo entero se prepara para regresar a trabajar, la élite alista sus maletas y el bronceador para visitar sus casas de verano y los sitios más exclusivos del mundo.
Y es que en Septiembre los hot spots de recreación quedan vacíos, el clima sigue siendo agradable y las largas colas en las autopistas, aeropuertos y comercios han desaparecido. Si visitas Europa en el mes de agosto, encontrarás que la mayoría de las oficinas están vacías o han quedado con muy pocos empleados. El gerente se fue de vacaciones. No hay nadie. Nobody. Nessuno. Todos se encuentran relajándose en las bellas playas de Marbella en España, disfrutando de la vida nocturna de Mykonos en Grecia o trabajando en su tan en el sur de Francia.
Por ende, septiembre resulta el mejor mes para ir de vacaciones ya que la marejada de gente ha desaparecido (el único tipo de marea que puede llegar a causar inconvenientes).
Sin embargo, sea cual sea el mes en que viajemos y sin importar nuestro estátus, debemos de apreciar y disfrutar de nuestras vacaciones y aprovecharlas al máximo. Citando a Johnson, "el placer de relajarse resulta aun más satisfactorio cuando entiendes que es un enorme privilegio".