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Fashion en los Juegos Olímpicos

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La indumentaria de los deportistas en el evento mundial que tiene lugar en la capital inglesa establece nuevas tendencias.

06/ago 2012

No sólo de deporte viven los Juegos Olímpicos. Si no que se lo digan a todos los diseñadores que han colaborado en la confección de los uniformes de las respectivas delegaciones. Desde la ceremonia de apertura hasta la última competición, la moda se postula como el otro gran protagonista del evento. Lo fue en las semanas previas gracias a la polémica de los uniformes españoles y los estadounidenses y lo es en el desarrollo de las pruebas, bien desde la grada o desde la pista, donde los atletas no dejan ni un detalle de su atuendo al azar.

Así, en el desfile inaugural de Londres 2012, todos los ojos estaban puestos en los equipos de sus deportistas. En las primeras pruebas, los biquinis de las chicas del beach volley acapararon toda la atención y la piscina se convirtió en el mejor escaparate de las últimas tendencias en manicura.

Algunos grandes momentos estilísticos de esta "pasarela" improvisada se vieron no solo en la apertura sino también en las competencias, que según la Agencia Alemana de Prensa, se podría resumir como "más colorido, más estrecho y más ajustado".


Tela para cortar

La moda olímpica deja realmente mucha tela para cortar. Quien no se ve obligado a vestir los desfavorables uniformes del yudo o la esgrima puede utilizar los Juegos Olímpicos como una verdadera pasarela. Y los diseñadores estrella acompañan con notable entusiasmo: Giorgio Armani, Prada, Stella McCartney, Ralph Lauren.

"Abandoné mi cómoda posición en la moda y dejé mi ego en suspenso. Descubrir mi mentalidad deportiva fue algo fascinante", confiesa el maestro Armani.

¿Son los Juegos un festival de coquetería ante los ojos del planeta? Los deportistas marcan tendencia en la ya tradicional "fashion week" olímpica: en 1948, también en Londres y poco después de la Segunda Guerra Mundial, los franceses se presentaron a la fiesta de inauguración con el new look de Dior que por entonces parecía una provocación. Y los conjuntos de los ’70 y ’80 ya se ganaron su entrada al baúl de los recuerdos.

Con una silueta súperesbelta en azul marino y blanco viste Armani a la delegación italiana en Londres, aunque no fue responsable del equipo para la competición. Un total de 50 piezas comprende la colección de la nadadora estrella Federica Pellegrini, con la que luce como una perfecta modelo, mientras que los navegantes italianos fueron ataviados sin embargo por la propia Prada.

Stella McCartney, por su parte, diseñó para Adidas el equipo de los británicos: la bandera del Union Jack sirvió como inspiración para las vestimentas deportivas en azul, blanco y rojo. Los psicólogos la acusaron de haber utilizado una versión demasiado lavada de un rojo agresivo, color que favorecería las chances de éxito deportivo.

La hija del ex Beatles recibió injustas críticas por los trajes formales de los anfitriones, con capuchas doradas estilo Elvis: esa ropa no fue ni siquiera diseñada por McCartney, según dio a conocer su equipo vía Twitter. "Los materiales eran demasiado baratos. Parecía el envoltorio de un huevo de chocolate", dictaminó la diseñadora londinense Nick Wakeman en el diario alemán Süddeutsche Zeitung, quien también destruyó con comentarios lapidarios la vestimenta olímpica oficial de los alemanes.

Las chaquetas reversibles son en cambio el orgullo de Willy Bogner y, para los no olímpicos, tienen un precio nada despreciable: 599 euros. Los alemanes tienen su vestimenta meticulosamente programada para cada circunstancia y no hay libertades para tomarse en este terreno. Todo está establecido por escrito: equipo de presentación con capucha roja para las premiaciones y conferencias de prensa, casual wear en el viaje, artículos de Adidas (a libre elección) en la Casa Alemana.

En tanto, tuvieron un aspecto bastante burgués las chaquetas oscuras, pantalones blancos y gorros marineros con los que Ralph Lauren vistió a los estadounidenses para el desfile durante la ceremonia inaugural.

"Aquí no queda tiempo para una fashion week, pero representar a Estados Unidos desde la cabeza hasta las uñas de los pies simplemente es divertido", señala la estrella del tenis Venus Williams, una diseñadora autodidacta con su propia línea (EleVen). La estadounidense destacó durante los Juegos con pequeñas trencitas con los colores de la bandera de su país.
Normalmente el colorido es un tabú en Wimbledon, sede del torneo de tenis, ya que el blanco es allí el color eterno. Pero en el escenario olímpico, la belleza rusa Maria Sharapova puede aparecer en un rojo estridente. Como abanderada de su país en la ceremonia inaugural vistió un blazer color bordó y se lamentó: "No tuve ninguna participación en la decisión. Todo el corte era mucho más grande que yo".

diariouno.com

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