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Carlos Umaña, en el ojo de la tormenta

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El es uno de los personajes más mediáticos de la crisis sanitaria en Honduras, quien asumió por voluntad propia el rol de concientizar y enarbolar una campaña de prevención contra el coronavirus.

08/may 2020

En medio de la confusión la voz de Carlos Umaña guío sin reservas a la población. Habló claro, presentó datos y advirtió sin miedo sobre lo que estaba por llegar.

Médico anestesiólogo y presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social, IHSS, en San Pedro Sula, Umaña tomó la batuta de educar en su escaso tiempo libre a la ciudadanía sobre el impacto que tendría el Covid-19 en Honduras.

Desde entonces, en medio del cansancio y a veces desilución, no ha parado de predicar a través de los medios de comunicación la importancia de tomar en serio las medidas de bioseguridad para dar pausa a la enfermedad que está cobrando la vida de decenas de hondureños.

"Es una gran responsabilidad y representa un compromiso patriótico", comparte Umaña, quien a la vez resalta que entre las mayores dificultades que enfrentamos como nación están "la mínima educación del pueblo y la ausencia de credibilidad en los líderes".

Sobre su participación y apertura a los medios de comunicación, el médico señala: "El objetivo es salvar vidas y creo que a través de mi aportación, la percepción de la gente cambió."

La vida de un médico en tiempos del Covid-19

"Mi vida ha cambiado tremendamente", confiesa Umaña. "Despierto a las cinco de la mañana con la incertidumbre de si hoy será el día en que me contagie, posteriormente preparo mi desayuno", antes de dirigirse al Seguro Social de San Pedro Sula y elevar una plegaria a Dios.

Comparte que el temor de contagio es un compañero diario para él y todo el personal de salud. "Debemos protegernos como si cada paciente fuese positivo por Covid-19. Aún no he intubado uno, pero algunos de mis colegas lo han hecho y rescato su buena disposición pese que a la fecha veinte anestesiólogos han muerto en el mundo."

Además de su labor diaria, Umaña realiza turnos cada cinco días en el IHSS de San Pedro Sula. "Me siento orgulloso de la institución y el compromiso de sus empleados y la preparación que realizó previo a la crisis. Hemos sido entrenados y contamos con un equipo de alta calidad y un excelente protocolo".

Tras doce horas en el hospital, regresa a su hogar donde entra por un costado de la casa siguiendo medidas de bioseguridad para disminuir el riesgo de contagiar a su esposa e hijo.

"Nuestro principal temor como médicos y personal de salud, es contagiar a nuestras familias. No les podemos abrazar, la comunidad nos ve raros y algunos han tenido problemas en tiendas", comenta.

Pese a la adversidad, Umaña reafirma: "mi misión es educar, veo en cada medio de comunicación la oportunidad de formar a la población. Entre más lo diga, más vidas salvamos". Y aunque admite que la tarea es difícil porque abarca gran espacio de su vida, su familia comprende y le acompaña en la medida de lo posible.

El médico anestesiólogo señala que uno de los mayores avances es "entender cómo afecta el Covid-19 al cuerpo y de esa forma cómo lo combatimos y salvamos vidas." Sin embargo, advierte que "el distanciamiento social sigue siendo la piedra angular. Los médicos pedimos a la población que tome conciencia, no queremos recibir una avalancha de casos".

Y es que al recibir un alud repentino de pacientes contagiados por Covid-19, los recursos se reducen y con ello da paso el temido triaje, donde los médicos se ven obligados a elegir a quién deben atender en función de las posibilidades de supervivencia.

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