Con un escenario sofocante para los que sufren algún tipo de fobia, Gucci presentaba sus atuendos en una sala quirúrgica que en palabras del staff; es solo el reflejo del sentir de Michele cuando se retracta como un cirujano con todas las telas y patrones; cortando, desmenuzando y costurando cada pieza para poder darle vida a una nueva colección.
En esta colección todo fue surrealista, Michele creó un mundo fantástico donde algunos modelos cargaban dragones bebés en sus brazos, otros mostraban un tercer ojo incrustado en sus frentes y los demás sostenían replicas de sus propias cabezas mientras desfilaban mostrando piezas inspiradas en épocas pasadas con una mezcla de estilos, desde el vintage hasta lo más moderno.
Los logo de marcas, peliculas y equipos de futbol estuvieron muy presentes en esta colección. Observamos diseños con logos de Paramount Pictures, New York Yankees, Pittsburgh Pirates y hasta de la película de 1965 Faster, Pussycat! Kill! Kill!
Cabe destacar que la imaginación de Michele no tiene límites y lo pudimos observar desde que salieron a luz fotografías de las invitaciones en forma de bomba, que anunciaban en cuenta regresiva el inicio del desfile.
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