Rompiendo con la tradición de invitar a artistas conocidos por su espectacularidad y otras extravagancias, los organizadores optaron esta vez por el grupo británico Coldplay, lo que fue cuestionado por algunos.
El cantante Chris Martin inauguró el espectáculo con uno de los temas más populares del grupo, 'Viva la vida', sobre un escenario en forma de flor.
Chris Martin, cuya voz por momentos se hacía inaudible bajo la del público, cantó a continuación 'Paradise' y 'Adventure of a Ligetime', acompañando imágenes de espectáculos anteriores que mostraban a Michael Jackson, Whitney Houston y Bruce Springsteen, entre otros.
Allí subió al escenario Bruno Mars, acogido triunfalmente por su interpretación de 'Uptown Funk'.
Beyoncé entró entonces en escena para cantar 'Formation', tras lo cual los dos artistas estadounidenses, ambos de negro y junto a sus séquitos de bailarines, se fueron acercando hasta quedar frente a frente en el momento culminante del espectáculo, cuyo presupuesto rondó los 10 millones de dólares.
El esperado show terminó con las estrellas juntas en el escenario mientras en las gradas los espectadores levantaban cartones de colores armando las palabras 'Believe in Love' ('Cree en el amor').
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