#COACHELLA2024
Tienes que venir hasta la Basílica para entender la devoción que despierta la Virgen de Suyapa. Ver a tu alrededor a los peregrinos que desfilan uno a uno, pagando promesas, solicitando favores, con las emociones a flor de piel: alegría, dolor, agradecimiento, la fe de un pueblo resumida en rostros de todas las edades.
Miles de ellos han viajado largas horas, desde tierra adentro, con los pies cansados pero el alma llena de alegría, vienen a ver a la reina de corazones, la patrona de Honduras, la morenita, Nuestra Señora de la Concepción de Suyapa, la virgen humilde cuya diminuta figura contrasta con la gigantesca devoción que despierta.
Todos estamos ansiosos por verla, la imponente y enorme basílica se vuelve insuficiente para tantos peregrinos que llegan días antes del 3 de febrero para celebrar su cumpleaños. No importa si las temperaturas descienden, si no hay espacio suficiente, aquí la fe es la que une a miles de personas que este año conmemoran el 276 aniversario del hallazgo de la virgen. Traen flores, velas, sueños, miradas llenas de esperanza, penas que necesitan consuelo…traen amor, lo sientes a flor de piel.
Un resplandor de plata con doce estrellas y el brillo de piedras preciosas la rodean este año con motivo de su aniversario, tiene vestidos hermosos pero su imagen humilde y su rostro dulce siguen intactos. Mide apenas seis centímetros y medio. Está esculpida en cedro, que le brinda ese aspecto morenito, - el mismo de muchos de sus devotos- mirada angelical y sus diminutas manos unidas en actitud de oración. ¡La ves y sabes qué representa algo maravilloso!
Fue descubierta hace más de dos siglos por un joven y humilde labrador, Alejandro Colindres, y un niño de 8 años llamado Jorge Martínez, hace más de dos siglos cuando ellos decidieron pasar la noche en una quebrada en el Piliguin. Según cuenta la leyenda, 'allí se acostaron en el duro suelo. Enseguida Alejandro sintió que un objeto, al parecer una piedra, le impedía acomodar la espalda. A oscuras lo tomó del suelo y lo arrojó lejos. Curiosamente al recostarse nuevamente sintió aquella molestia en el mismo lugar y esta vez no lo tiró sino que, intrigado por lo acontecido, lo guardó en su mochila. A la luz del amanecer descubrió sorprendido que el misterioso objeto era una pequeña imagen de Nuestra Señora tallada en madera de cedro'.
Alejandro llevó la imagen a su madre a su hogar en la aldea de Suyapa y desde entonces la escultura comenzó a ser venerada. Considerada intercesora ante Dios, muchos milagros le fueron adjudicados, y como muestra de agradecimiento se construyó el primer templo en su honor en 1780. Una ermita sencilla pero digna de resguardar la querida imagen.
En 1925 Pío XII declaró a Nuestra Señora de Suyapa Patrona de la República de Honduras, y se escogió el 3 de febrero como el día de la celebración patronal. Fue hasta 1954 cuando se colocó la primera piedra del templo en el que vive ahora, una joya arquitectónica inaugurada oficialmente en 2005.
El santuario tiene una longitud de 93 metros con imponentes torres que se levantan a 43 metros, un hermoso altar con esculturas esculpidas en mármol blanco pulido y coloridos vitrales por donde la luz se transforma en destellos de hermosas tonalidades. El 9 de septiembre de 2015, el papa Francisco la instituyó como Basílica Menor, un hecho que llenó de emoción a los feligreses y que convirtió a Honduras en el tercer país en contar con una basílica.
Esta casa, su casa, tiene las puertas abiertas para todos. Visítala hoy para vivir el poder colectivo de la fe, o ven otro día, cuando en el silencio puedas conversar con ella. Cuéntale tus sueños o dedícale tus esfuerzos. Ella es la representación de la madre de Jesús y también la nuestra, dulce y cariñosa, misericordiosa y benévola. Enciende una vela, abre tu corazón.
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