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Hasta siempre, Gilberto Goldstein

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La vida de uno de los empresarios más queridos y carismáticos del país se apagó pero Gilberto Goldstein Rubinstein será recordado siempre como lo que fue: un hondureño ejemplar.

21/dic 2020

Gilberto Goldstein Rubinstein tuvo muchas facetas pero la que más recordamos en nuestra redacción era su infinita calidad humana, esa forma de hacer sentir especial a todos con su carisma.

Espontáneo, sencillo y siempre dispuesto a unirse a cualquier cruzada solidaria, don Picho, como todo el mundo le decía, era un ser social, donde quiera que iba hacía amigos, los mismos que junto a su querida familia, hoy lloran su partida.

Murió el 20 de diciembre de 2020 a los 83 años, después de luchar estoicamente durante 12 años contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica, ELA.

Poco a poco esa enfermedad le quitó entre otras cosas las habilidades motoras y el habla, le paralizó el cuerpo pero no pudo nunca pudo disminuir su espíritu fuerte, su alegría y la nobleza de su corazón.

Foto: Revista Estilo

Era común encontrárselo en algunos lugares de la ciudad, en su silla de ruedas que le limitaba moverse pero con su mirada afable que reflejaba el gran hombre que era: empático, bondadoso, patriarca de una familia muy querida en la que deja una huella imborrable.

Don Gilberto nació en San Pedro Sula el 15 de abril de 1937, hijo de Boris Goldstein y Gustava Rubinstein. Junto a su hermano Jacobo ingresó al Kindergarten Mondragón y posteriormente estudió en el Instituto José Cecilio del Valle. Luego fue enviado a la Augusta Military Academy en Virginia, Estados Unidos, donde terminó de forjar su carácter y disciplina.

Brillante y siempre con ganas de aprender ingresó posteriormente a Wharton School una de las prestigiosas facultades de la Universidad de Pensilvania.

Al graduarse se casó con el amor de su vida, Alice Goldstein, una mujer extraordinaria con la que formó una familia muy querida junto a sus tres hijos: el recordado Mark, Lori y Deanna. Su facetas como esposo y padre las disfrutó al máximo, siempre amoroso y ejemplar.

Foto: Revista Estilo

Su trayectoria profesional lo llevó a convertirse en presidente de la Junta Directiva de Banco Atlántida, además destacó como diputado en el período 1986-1990; fue presidente del Comité Central del Partido Nacional; secretario de la presidencia de 1990 a 1994 y precandidato presidencial en 2005 con su movimiento PUMA, Por Una Mejor Alternativa.

Amaba el futbol, especialmente al equipo Olimpia, club del que fue presidente. Incluso tuvo su propio programa televisivo De Cara al Pueblo. Paralelamente encabezaba toda clase de causas solidarias, el altruismo estaba en su ADN.

En ESTILO nos quedamos con los mejores recuerdos de este hombre ejemplar, orgulloso del legado de sus padres y también de la familia que fundó, siempre regalándonos una sonrisa frente y detrás de las cámaras que lo captaron en toda clase de celebraciones y momentos memorables.

Honduras pierde a un hijo muy querido. Aquí también lo recordaremos siempre, un gran amigo de ESTILO, estupendo anfitrión, atento a escuchar, sencillo y sereno, visionario, brillante…¡Hasta siempre don Picho!

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