En cada puntada de BORO se esconde una historia. Una palabra bordada, un rostro convertido en hilo o un logo que representa el inicio de un sueño. Leticia López y Leticia Romero, madre e hija, son las fundadoras de esta marca 100 % hondureña que ha conquistado corazones por su propuesta única: confeccionar y bordar prendas que hablan desde el alma.
BORO no solo viste, también conecta. Con diseños personalizados que celebran la identidad, la fe y las emociones, esta marca finalista de Girl Boss 2025 se ha convertido en un emprendimiento con propósito.
¿Cómo nació BORO y qué las motivó a convertir el bordado en un emprendimiento?
Comenzó como una forma de generar ingresos extra vendiendo camisetas bordadas en la universidad. Con el tiempo, vimos cómo cada diseño tocaba corazones y decidimos profesionalizarlo, confeccionando camisas, tops y sudaderas con propósito.
¿Qué significa para ustedes transformar historias personales en prendas bordadas?
Es un privilegio. Cada cliente confía en nosotras para inmortalizar momentos, personas o símbolos importantes. Es una forma muy especial de conectar desde lo emocional.
¿Cuál ha sido el diseño más especial o memorable que les han pedido?
Los bordados que representan personas fallecidas o momentos transformadores. Nos recuerdan que bordar también es sanar y recordar.
¿Qué ha sido lo más retador de emprender en el rubro artesanal en Honduras?
Valorar el tiempo, técnica y dedicación detrás de cada prenda. A veces cuesta transmitir el valor del trabajo artesanal, pero eso nos ha hecho más fuertes y resilientes.
¿Qué parte del proceso creativo disfrutan más?
Entregar la prenda. Ver la emoción de quien la recibe es lo que más nos llena el corazón.
¿Cómo ha sido emprender juntas?
Una bendición. Nos complementamos, aprendemos una de la otra y nos apoyamos en cada paso del camino.
¿Qué mensaje desean transmitir con cada prenda?
Queremos que cada pieza transmita amor, fe, identidad y propósito. Que BORO no sea solo una prenda, sino un símbolo emocional.
¿Cómo imaginan el futuro de BORO?
Visualizamos un taller más grande, nuevas colecciones y llevar el bordado hondureño a más rincones, dentro y fuera del país.
¿Qué aprendizaje les dejó su experiencia en Girl Boss 2025?
Nos impulsó a estructurar mejor el negocio, creer más en nosotras y profesionalizarnos. Aprendimos a avanzar “un día a la vez”, siempre con Dios al centro de todo.