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Carlos Campos: ON THE TOP (II Parte)

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El diseñador hondureño nos relata su historia con la editora de Vogue Anna Wintour

02/feb 2012

    ¿Cómo viviste la experiencia de esta importante nominación al CFDA/Vogue Fashion Fund?
    Desde que recibí la noticia, fue como ir en "caída libre" porque no me lo esperaba, tenía la esperanza, pero no me lo esperaba. Fue un proceso que no paró desde que empezamos en marzo, cuando, sin conocer a ninguno de los miembros del jurado del CFDA, entregué un portafolio que consistió en un libro de 38 páginas. Me tardé dos meses en hacer el libro porque tenía que hacer todos los bocetos, tenía que presentar todo mi trabajo, toda mi inspiración e incluir tres colecciones. Tomé fotos para algunas prendas que pensé que eran claves. Construí el libro yo solo, es un coffee table book. Cuando lo entregué al CFDA no me dijeron nada, todo es muy secreto. Me llevaron a un cuarto y me preguntaron cómo me sentía de estar entre las 47 personas que habían calificado entre miles. Les contesté que me sentía muy honrado de que había llegado tan lejos y que estaba muy agradecido que me dieran esa oportunidad. Todo ese proceso fue filmado, desde que llegué con mi bicicleta y subí al elevador". Luego de esa primera selección, Carlos Campos pasó a la segunda etapa del proceso, cuando fueron anunciados los 10 finalistas, entre los que brillaba el nombre del diseñador hondureño.

    ¿Cómo te enteraste que eras uno de los clasificados?
    Wow… bueno, exactamente fue en junio 21 cuando me llamaron. Siete meses después que había comenzado el proceso. Ya había rumores que ese día mandarían un e-mail y avisarían si pasabas a la siguiente ronda. De repente, sonó el teléfono y era el presidente del CFDA, Steven Kolb. Me saludó y después me dijo, ‘Carlos, esta mañana nos sentamos y después de un proceso muy largo hemos decidido que tú eres uno de los 10 finalistas, bienvenido a la familia de VOGUE CFDA’. Me quedé callado, pensaba que estaba bromeando… pero no, le dije ‘Steve estoy súper agradecido, no lo puedo creer’. En ese momento alguien estaba tocando la puerta y me dijo, parece que alguien toca tu puerta y le dije ‘si, si, pero quiero que me des más detalles de cómo va a funcionar esto, qué es lo que tengo que hacer’ y me dijo, ‘abre la puerta para que no te atrases más, por favor’ y cuando lo hice estaban todas las cámaras y empezó la filmación. Cuando eso empezó no me puse más nervioso sino que me relaje mucho más al saber que era real. Después vino otra persona con una carta de Anna Wintour que me felicitó y agradeció por haber aceptado el reto. Me pusieron a leerla frente a las cámaras, la firmé y la regresé porque ya estábamos entrando al otro proceso y de ahí empezaron a entrevistar a toda la gente que estaba en la oficina, no lo podían creer, ese día me cambió la vida como diseñador, como ser humano y también como persona de negocios. Lo reiteré el día de la final, cuando Diane Von Furstenberg dijo ‘no importa quién gane, ustedes son parte de una familia muy exclusiva y siempre vamos a estar aquí para apoyarlos’.

    Cuéntanos cómo fue la experiencia de conocer a Anna Wintour, ¿cómo es la editora de la revista más influyente del mundo?
    Al principio, cuando uno escucha hablar de Anna Wintour uno piensa que es una persona que nunca hará una broma o que nunca te va a hablar, y de repente estábamos en su casa, tomándonos fotos en su cuarto y dice ‘no se sienten en la cama que la acabo de arreglar’. Bromas así creo que son las que te hacen darte cuenta que se rompe el mito, que no es una de esas personas a las que nunca podrás tocar. La conocí cuando hicimos el reto que consistía en presentarle a ella pasado, presente y futuro de nuestra propuesta. Fue en las oficinas de Vogue, llegamos todos a las cinco de la mañana y a mí me tocaba la presentación a las 6:40 de la mañana pero la hice media hora antes. El día anterior estaba pensando que tenía que ser yo mismo, tenía que tratar de no estar nervioso y pensaba que si lo conseguía, la entrevista iba a ser un logro. Son 12 minutos exactos para hacer una pequeña presentación, decir quién eres y 10 minutos de preguntas que los jueces te hacen.

    ¿Cómo fue esa primera presentación?

    Como yo siempre ando en bicicleta, decidí usar tres para la presentación. Dos para dos de los modelos y una para mí. Fue muy bonito porque también logré que pusiéramos la música de la película Il Postino. Primero entraron los dos modelos y al final yo. El sonido del pedaleo resonaba en el salón. Luego pedí que se bajara la música y fue un total silencio. No me presenté sino que les dije, "ustedes saben que siempre ando en bicicleta y en este momento tan especial quise que mis bicicletas estuvieran aquí. Me han llevado a muchos lugares y muchas veces me han llevado a tiempo. Y esta no es una excepción. Estamos media hora más temprano, verdad?"

    Todo el mundo se sonrió y se relajaron y fue entonces cuando dije, "mi nombre es Carlos Campos y soy diseñador de ropa de moda de hombre". Empecé a presentar mi colección y algo que los impresionó es que memoricé los nombres de todos los modelos y los fui presentando con el tipo de ropa que usaban. Cuando presenté mi colección del futuro dije que, en cuanto a la historia de colores, mi

    ropa iba a estar basada en mayas, incas y aztecas, "y como ustedes saben, yo soy de Honduras, de descendencia maya, y por eso es que me encantaría pensar que esta colección va a ser muy brillante, como mi futuro". Volvieron a sonreír, lo que les encantó de todo es que los hice sonreír. Después me sentaron y allí sí sientes un poquito de tensión porque la primera pregunta que me hicieron fue, "Carlos, porqué decidiste abrir tu tienda?". Yo respondí, "pensé que a veces uno se gasta mucho dinero para hacer un show y quizá no ves la posibilidad de invertir en una tienda donde puedes hacer una presentación constante". En ese momento Anna Wintour se metió en la conversación y me dijo, "crees que lo que gastas en hacer un show es suficiente para abrir una tienda?" y le dije, "claro que si, no es tienda de imagen es un lugar bohemio, con toda su estética y con la ayuda de muchos amigos que la llegaron a construir", y después le dije, " qué más? me sigues preguntando?". Entonces Anna se quedó sorprendida y todos los demás de que yo le dijera eso a ella. Se quitó los lentes, se relajó mucho y sentí que le encantó que empecé a tratar a todo el mundo de manera súper natural. Sentí que todo lo contesté muy rápido, muy bien, y creo que faltaban dos minutos cuando ella dijo "nadie tenía más preguntas para Carlos", yo les dije, "todavía tenemos dos minutos" pero no hicieron más preguntas sino que me dieron las gracias. Cuando regresé, porque había dejado mi iPod, ví que a Anna le estaban arreglando el micrófono que tenía debajo de la blusa y ella me hizo un gesto de broma como que yo la estaba viendo. Después cuando me estaba yendo me tocó el brazo y me apretó, entonces yo sentí como que
    le caí muy bien a Anna".

    ¿Volviste a encontrarte con Anna Wintour?

    La volví a ver cuando ella vino a mi oficina. La cita era a las 7:30 de la mañana y obviamente llegó a las 6:48 de la mañana. Eso si fue bien gracioso porque yo tenía todo un plan de como hacer la presentación. Decirle "aquí está mi colección nueva, aquí está mi colección pasada". Atrás hay un cuarto que es en forma de L y es donde hacemos todas las muestras, los patrones. La parte creativa la hago al fondo de la oficina y le pedí a dos personas que vinieran muy temprano, pensando que ella llegaría como a las 7:15. Yo llegué como a las 5:30 de la mañana, pero en eso me enviaron un email y pensé en revisarlo en la computadora que tengo al frente en la oficina y cuando fui, mire un lápiz debajo de la mesa y me incliné a levantarlo. Cuando me levanté, ella estaba en medio de la oficina. Entró sin hacer nada de ruido y sólo me dijo, "hola Carlos". Yo me quedé sorprendido y no sabía cómo empezar… todo lo que tenía planeado se había dado vuelta; pero lo más curioso es que ella entró al cuarto donde hacemos todos los patrones y se quedó sorprendida diciendo que ella no sabía que yo hacía todo eso. Le dije que una de las bendiciones que yo tenía era venir de una familia de sastres que me enseñaron a trabajar, así que aparte de ser diseñador soy técnico. Después la quise llevar enfrente, donde tengo una pequeña colección, y mientras íbamos caminando se asomó a la cocina a ver si había algo sucio y me dijo, "tu cocina está muy limpia, la limpias o no la usas" y le dije: "siempre la limpiamos" y abrió la refrigeradora y vio que había mucha comida y dijo "ok". Luego le enseñé la colección y llegó una persona del jurado que debía haber llegado con ella, obviamente llegó agitado porque eran las 7:15, y ella misma le dijo, "Carlos ya me explicó y para que él no repita, te voy a explicar yo". Le describió mi colección, se despidió y dijo que se iba para no llegar tarde a su oficina y eso fue todo esa vez. La siguiente vez que nos vimos fue en su casa, donde nos reunimos para presentar un traje para un invitado que llevamos. A mi me tocó ir con el actor Jack Huston, a quien le hice un traje para ese reto. Un mes atrás me mandaron una caja con productos L’Oreal, una caja súper grande llena de inspiración en la que habían muchas pestañas, a partir de ahí yo cree la estructura de la tela y el color. Luego la mandé a hacer a Londres, tomé las medidas al actor y le hice el traje que presentamos en esa cita que tuvimos en la casa de Anna. Días después la vi nuevamente en Los Angeles, donde presentamos nuestras colecciones a un grupo de gente muy famosa. Ahí sentí que uno de los propósitos de CFDA y Vogue es hacerte sentir importante, que has arribado a un lugar. En esa presentación, Anna Wintour se aseguró de contarle nuestra historia a toda esa gente. Usualmente uno conoce a alguien y se presenta y esta vez era al revés, ellos se acercaban a nosotros y nos decían: "Anna me ha hablado de tu colección, estoy tan encantado de conocerte". A nuestra llegada a la ciudad nos reunieron en la terraza del hotel Chateau Marmont en Los Angeles, donde ella nos dijo, "en realidad este es un momento que queríamos compartirlo con ustedes, y a pesar que es una competencia sintieran lo ganadores que son y tuvieran el reconocimiento que merecen, también queremos pedirles disculpas porque no invitamos a ninguno de sus amigos que han colaborado con ustedes o sus familiares porque éste es el momento de ustedes,
    el momento que comparten entre ustedes y esta gente que les guarda un mutuo respeto", fue algo súper especial de parte de ella y de todo el comité que nos está apoyando.

    ¿Cómo viviste la gala final de premiación?
    Ya todo mundo se conocía y estábamos súper relajados, ya no importaba quien ganaba. Los 77 miembros del CFDA estaban ahí y les pidieron a todos que se pararan y yo me quedé sorprendido al verlos. Luego nos pidieron a todos los nominados de este año que nos pusiéramos de pie y Anna dijo, "esta es la nueva familia que ustedes tienen también". Fue algo súper especial y todos sentimos que ganamos. Yo asistí con Jack Huston y el cantante Theophilus London. Ahí estaban Calvin Klein, Donna Karan, Diane Von Furstenberg, Anna se tomó el tiempo de presentárnoslos. Ella es súper activa en ese momento, asegurándose que todo mundo esté disfrutando. Es una anfitriona increíble, es como que manejara una orquesta. Después de la premiación me reuní con unos amigos, ya me estaba yendo y cuando estaba saliendo de la puerta, ella se cruzó entre medio de mucha gente, se paró frente a mi y me preguntó si había disfrutado la noche. Entonces aproveché para decirle que le agradecía todo lo que hizo por mí, por darme la oportunidad de participar y yo creo que cosa más linda que pasó fue que ella me extendió y apretó las dos manos, cuando ella usualmente sólo te da una. Y muy alegre me dijo "si que bien, tu serás parte de esta familia", eso no tiene precio.

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