El arte es, sin duda, una de las formas de expresión humana que trasciende fronteras, conecta con el corazón y transmite emociones sin siquiera decir una palabra. A través de colores y formas, los artistas logran contar sus historias. En este escenario creativo destaca Kriss Sagastume, el joven pintor hondureño que ha sabido transformar cada lienzo en un diálogo que mezcla lo clásico con lo contemporáneo.
Con apenas 24 años, Kriss Sagastume ha logrado abrirse paso en importantes escenarios a nivel nacional. Cada una de sus obras engloba propuestas únicas, mostrando una madurez creativa y sin temor de experimentar con las formas, los símbolos y cada tema que esté a su alcance. En cada trazo, Sagastume no solo plasma técnica y pasión, sino también una visión fresca que enriquece el panorama del arte hondureño.
El inicio de su pasión por el arte
Desde muy pequeño, Kriss sintió fascinación por el dibujo. Aunque al inicio lo consideraba solamente un pasatiempo, nunca imaginó que en algún momento se convertiría en lo que es hoy: un artista plástico.
Posteriormente ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde se graduó de Bachiller en Artes Plásticas, y fue al egresar que descubrió su verdadera vocación. Aunque existen momentos en los que las dudas invaden y no sabemos qué camino tomar, siempre hay un rubro que nos llama la atención; fue ahí donde Kriss encontró su pasión por la pintura.

En 2022, en su debut, fue seleccionado en la 27 Bienal de Pintura de Centroamérica y el Caribe. Desde ese instante, su nombre ha resonado tanto dentro como fuera de Honduras, destacando en lugares como la Galería Nacional de Arte y el Museo para la Identidad Nacional. Asimismo, ha colaborado con reconocidas marcas como Pepsi, llevando su arte a un público cada vez más amplio. “Hoy vivo y muero por el arte, me encanta percibir colores, vibras, sentimientos y emociones en cada detalle de la vida, encontrando en ellos una fuente inagotable de inspiración”, expresó.
La técnica: óleo sobre lienzo
Sus obras nacen de técnicas clásicas, específicamente del óleo, que utiliza para abordar temas sociales, culturales y humanos desde una perspectiva amplia. También se interesa por rescatar historias y símbolos propios de Honduras, como en “1 de mayo”, “Lluvia de peces en Yoro” y “La sucia”, pues para Sagastume el arte es también identidad y siente orgullo de representar a su país.
Kriss es un artista apasionado y disciplinado. Encuentra sus inspiraciones tanto en la mitología y la filosofía como en experiencias cotidianas, que luego transforma en metáforas visuales. “Quiero que cada pintura parezca parte de un mismo universo desconocido, cargado de simbolismo. Aspiro a que la experiencia de contemplarlas sea como entrar en una ópera: envolvente, intensa y llena de matices”, comentó.

A pesar de los desafíos que implica la falta de espacios para exponer sus obras, este joven artista no se da por vencido. Su propósito es llevar cada una de sus pinturas al mundo, pues uno de sus mayores deseos es posicionar a Honduras en el lugar que merece dentro del panorama artístico internacional.
¿Quién dice que la vida de un artista es fácil? El camino es largo, pero no imposible, y Kriss Sagastume es ejemplo de ello. Continuará explorando nuevas facetas y tiene muy en claro su objetivo: convertirse en uno de los grandes referentes de la pintura hondureña.