Ataviada con un elegante y delicado ajuar de la diseñadora ecuatoriana Kate Griffith, Isabela Ramírez Millares caminó del brazo de su padre, Carlos Ramírez, hacia el altar de la iglesia Nuestra Señora de Suyapa, donde la esperaba su prometido, Fernando Antonio Bustillo Castillo.

Sus miradas se encontraron para escuchar atentos la homilía del padre Daniel Alejandro Fernández, quien los motivó a compartir una vida de respeto, consideración y, sobre todo, amor. Los novios fueron acompañados en este caminar por sus padrinos de boda: Anthony Schmidt y Mariandrea Ramírez, junto a Héctor Bustillo y Sara Bográn.
Luego de ser declarados “marido y mujer”, los recién casados se trasladaron al Copantl Convention Center, donde los esperaba una regia celebración ofrecida por sus padres: Héctor Fernando Bustillo y Flor de María Castillo-Bustillo, junto a Carlos Ramírez y Ana Cristina Millares-Ramírez.
La organización de la boda fue obra de la planner Andrea Sarmiento, con el apoyo del equipo del decorador Mardin Pineda, quienes crearon una atmósfera romántica y moderna con finos detalles, tal como lo soñó la novia. El pastel fue elaborado por los expertos de Signature Cake.
Los novios hicieron su ingreso al salón Napoleón en medio de los aplausos de los invitados y se posaron en el centro de la pista para bailar su canción preferida: “Vengo del futuro”, de Kurt. El brindis no se hizo esperar, y todos elevaron sus copas para desear a los nuevos esposos toda la felicidad del mundo.
La celebración se prolongó hasta el amanecer, entre brindis, una exquisita cena buffet y la animación musical de un DJ, mientras los novios se divertían con los invitados que llegaron desde varias ciudades de Estados Unidos. Los recién casados pasarán su luna de miel en España.