Lanas, tweed, color rosa y gris, brillos, tonos metalizados sorprendieron a los famosos que asistieron a la presentación otoño-invierno de Karl Lagerfeld para Chanel.
Los colores estrellas de su colección fueron el rosa y el gris.
La combinación de colores estrella de su colección ha sido el rosa palo y una escala de grises que va desde el más claro a uno más fuerte o metalizado.
No podría haber una pasarela Chanel sin hablar del tweed. La colección de alta costura viene inundada de dicho tejido. Casi todas las prendas de tweed vienen bordadas, un trabajo muy laborioso para sus talleres de artesanos. El tweed se entremezcla con la lana para formar un conjunto muy bello y apetecible para el invierno.
Brillos a tutiplén, sobre todo para la noche. Mezclar brillos con lanas y tweed es una apuesta arriesgada pero Karl Lagerfeld parece no tenerle miedo a nada. El resultado a veces grandioso y otras no tanto.
En la alta costura abundan los vestidos y el pantalón siempre ha estado un poco relegado a un segundo plano pero ahora también se convierte en protagonista de muchos desfiles. Pantalones anchos con mucho movimiento en gasa, seda, tweed, estampados o con brillos hacen del pantalón la apuesta perfecta para el próximo invierno.
La propuesta de medias metalizadas y con brillo en gris dejó boquiabiertos a unos cuantos. Ya que ese tipo de medias se llevaban mucho en los ochentas y noventas pero fueron excluidas de nuestro vestuario por considerarse too much, aunque el año pasado marcas como Topshop las sacaran a la venta.
El Grand Palais donde se ha celebrado en desfile estaba adornado con más de 6000 camelias de tela.
Por supuesto la flor insignia de Chanel también estuvo muy presente en la colección.
Vestidos con camelias sobre cosidas en tul convierten a los vestidos de fiesta en piezas únicas y muy románticas.
Las delicadas plumas blancas están presentes en blusas y abrigos de gasa. Los tules forman una parte más de los detalles de los vestidos de noche.
Otros detalles que no faltaron fueron las lazadas y cuellos bebé coronan camisas y tops a partes iguales aunque en distintas proporciones; es el broche que aligera de manera necesaria lanas y terciopelos que sobreviven a la noche transformados en inusuales prendas como chalecos y caftanes.
Los vestidos han puesto un punto y aparte distanciándose del tweed con tejidos metálicos e iridiscentes de escote en V o con mangas bishop, volantes y terciopelo con una estética más goth aunque femenina.
Para terminar, una sucesión de largos vestidos con aplicaciones de flores y cinturones metálicos que precedían a un vestido nupcial final en tamaño XXL y con aplicaciones de plumas portado por una etérea Lindsey Wixson. En definitiva, una colección que amarán las fieles del código genético de la casa francesa.
Otras pasarelas:
+ Giambattista Valli en Alta Costura